Pon al Altísimo por tu habitación
2017-01-10
1. Oración inicial
Señor queremos escondernos bajo la sombra de tu alas, es el único lugar seguro, gracias por cubrirnos con tu sangre preciosa, por ir delante de nosotros como poderoso gigante cuidando de cada uno, por acogernos en tu protección divina. Queremos vivir bajo tu amparo, no temeremos mal alguno y nada nos dañará.
2. Lee la palabra de Dios
«El que habita al abrigo del Altísimo. morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. El te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en la oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues sus ángeles mandará cerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán para que tu pie no tropiece en piedra.», Salmo 91:1-12
3. Reflexiona
En este salmo debemos reconocer tres títulos que designan a Dios. Aparte de su nombre sagrado Jehová, Altísimo (Elyon), Omnipotente (Shaddai) y El Dios Sublime (Elohim), es el Dios bajo el que debemos ampararnos. ¿Será que habrá alguien mejor que Él? No. Es el Dios poderoso y grande en el cual hemos depositado nuestra vida. No debemos temer a nada, porque Él es suficiente para nosotros, nos libra de cualquier ataque demoníaco, de cualquier peste destructora o enfermedad endémica. El Señor es nuestro verdadero refugio y habitación, cuando confiamos en Él, cuando le llevamos nuestras preocupaciones, temores, necesidades, cuando buscamos su orientación invirtiendo tiempo para renovarnos en su presencia, amándole y caminando junto a él cada día, entrando en un refugio lleno de promesas de salud, física, emocional y espiritual. Busquemos entonces el arrepentimento y una renovada comunión con Dios y descubriremos su misericordia.
Reposemos en Cristo,depositemos nuestro afecto en Él y reconozcamos que en todo le necesitamos y descansemos en su protección.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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