Poder para ser testigo. Parte 1
2015-10-13
1. Oración inicial
Señor necesito ampliar mi visión, más allá de donde mis ojos puedan ver, para ver la tarea que está delante de mí. Sé que debo evangelizar y ser testigo hasta el último lugar de la tierra pero ayúdame a empezar por mi casa, mi familia. Este es el llamado de Dios para mí. Quiero ser parte de tu gran comisión. Amen
2. Lee la palabra de Dios
«pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra»
3. Reflexiona
Jesucristo después de permanecer con sus discípulos cuarenta días seguidos a la Resurrección y antes de ascender al cielo sabía la gran necesidad del poder del Espíritu Santo en la vida de sus discípulos.
En el verso leído nos habla de cuatro lugares donde debemos ser testigos: en Jerusalén, en Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos del mundo. Jerusalén es la ciudad donde estaban los discípulos cuando recibieron la orden. Fue el escenario de los principales acontecimientos del cristianismo. Allí Jesús realizó gran parte de su ministerio, murió y resucitó y dio la Gran Comisión a sus discípulos. Nuestra Jerusalén es la ciudad donde vivimos, empezando por nuestra propia casa, allí debemos reunirnos para ser testigos y recibir las bendiciones de Dios. Quizá en nuestra propia casa, es donde más nos cuesta ser testimonio; alguien dijo somos luz en la calle y oscuridad en la casa. Por lo tanto debemos ser testigos en nuestra familia, nuestra ciudad: en el trabajo, en la escuela, en nuestra vecindad; hablando siempre de Cristo, y reflejando su presencia.
En Judea Era la provincia que tenía a Jerusalén por capital. Cuando Cristo dice que debemos ser testigos en toda Judea, nos indica que debemos evangelizar en nuestro Departamento.
Samaria era una región algo más distante y con una población heterogénea. Nuestra Samaria es nuestro país. Por lo tanto, debemos ser testigos de lo que Cristo hizo y está haciendo por todo nuestro país.
Hasta lo último de la tierra Jesús quiere que seamos testigos en todas las naciones de la tierra. La voluntad de Dios es establecer su reino en todas las tribus, pueblos, lenguas y naciones (Ap. 5:9). Por lo tanto, debemos recordar esta visión, pues somos instrumentos de Dios para esta tarea.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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