Plenitud y felicidad
2019-04-06
1. Oración inicial
Gracias Señor, porque en ti encuentro mi felicidad y la plenitud para enfrentar cada día con la mejor actitud y para agradarte a ti. Gracias porque moriste en la cruz para darme la paz y el gozo verdadero de tu presencia ahora en mí. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre.”, Salmos 16:11
“Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.”, Mateo 5:11-12
3. Reflexiona
Sentirnos llenos y vivir plenamente es algo que todos deseamos. Luchamos incansablemente para hallar la felicidad. La felicidad a la manera de Cristo se llama “Bienaventurado”. En Mateo 5:3-12, el Señor Jesús expone aquello donde realmente el hombre encuentra la plenitud de su espíritu, aquello que verdaderamente regocija y llena de felicidad el corazón del hombre, y no está en alcanzar el éxito material, ni el éxito profesional, ni tampoco el amor humano; sino en Cristo mismo. Por esto concluye en Mateo 5:11, que seremos grandemente bendecidos si somos perseguidos por su nombre, porque tendremos una recompensa en el cielo.
Es decir, no es la ausencia de dificultades y problemas lo que nos hace plenos y felices, sino la presencia de Dios en nuestra vida, porque incluso Él nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos, sin tener la necesidad de poner nuestra confianza en la riquezas materiales, sino en la riquezas de su gloria, de su poder, en las promesas que Él nos ha hecho, en el Dios vivo (1 Timoteo 6:17).
Si analizamos en este momento nuestra vida, ¿cuál es la fuente de nuestra plenitud y de nuestra felicidad?, ¿las cosas o personas que nos acompañan, o quien las dispuso para que las disfrutáramos?, sin dudar, debemos cambiar nuestra perspectiva y considerar a aquel que sufrió tan grande vituperio para que tuviéramos paz y fuésemos bienaventurados. Las dificultades presentes (pobreza, llanto, hambre, persecución, vituperio) y lo que debemos aplicar en fe (sed de justicia; misericordia, pureza, mansedumbre, pacificadores) serán nuestra consolación y causa de recompensa en la vida eterna (esto es, el reino de los cielos, el consuelo, la tierra por heredad, la saciedad, la misericordia, ver a Dios, el ser llamados hijos de Dios, y ser herederos del reino de los cielos).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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