Piedras vivas
2019-04-11
1. Oración inicial
Señor, abre mi entendimiento, para comprender lo que soy en Cristo, y vivir mi vida en santidad y adorándote con mi espíritu en comunión con tu Espíritu, mediante la verdad de tu Palabra. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.“, 1 Pedro 2:5
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”, Juan 4:23-24
3. Reflexiona
Tenemos la concepción equivocada de que a Dios se le rinde adoración en un lugar externo, en una casa de piedra, incluso hemos llegado a pensar que ese lugar es la iglesia. Pero no es así, lo que nos revela la Biblia, es que cada uno de nosotros, cuando aceptamos el mensaje de Cristo en nuestro corazón, se nos da vida juntamente con Cristo y llegamos a ser piedras vivas; cada creyente es una piedra espiritual de la iglesia de Cristo.
Así que debemos pensar en la iglesia no como una organización humana, sino como un cuerpo vivo conformado por miembros que tienen el mismo Espíritu, que han recibido del Señor con el fin de servirle y adorarle, en comunión como hermanos, pero también cada uno en nuestro interior le adora mediante la obediencia a la verdad de su Palabra y entregando todo su ser, espíritu, alma y cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. (Romanos 12:1).
Por esto, no vamos a un lugar a ver a Dios o a sentir la presencia de Dios, vamos a congregarnos para ser instruidos y para tener comunión unos con otros, presentando a Dios como ofrenda nuestra propia vida, somos la casa espiritual de Cristo, Él habita en nosotros realmente.
No es un simple anhelo o emoción, es el gran misterio que estuvo oculto, reservado para estos tiempos: Dios envió a Cristo, para que habite en nosotros. (Colosenses 1:26-27). Y esto lo cambia todo, hay un compromiso y una entrega de parte de nosotros, para vivir en completa santidad ya que somos el edificio espiritual de Cristo (1 Corintios 3:9).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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