Pídeme lo que quieras que yo te de
2021-11-10
1. Oración inicial
«Amado Padre, si me hicieras la misma pregunta que le hiciste a Salomón, yo sólo quiero pedirte que me des mucha sabiduría para vivir mi vida cristiana, que me enseñes a hacer tu voluntad, te pido por mi familia, por los que no te conocen, por sanidad y liberación de los que están enfermos y atados al pecado. Te pido Señor que suplas todas mis necesidades para vivir en tranquilidad, dame lo necesario para no quejarme y lo justo para no vanagloriarme y desviarme de tu camino. En el nombre de Jesús. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Y aquella noche apareció Dios a Salomón y le dijo: Pídeme lo que quieras que yo te dé. Y Salomón dijo a Dios: Tú has tenido con David mi padre gran misericordia, y a mí me has puesto por rey en lugar suyo. Confirmese pues, ahora, oh Jehová Dios, tu palabra dada a David mi padre; porque tú me has puesto por rey sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra. Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque ¿quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?” 2 Crónicas 1:7-10
“Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey, sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que vengan después de ti”. 2 Crónicas 1:11-12
3. Reflexiona
Si el Señor se nos apareciese una noche como a Salomón y nos hiciera esta pregunta ¿Qué pediríamos? ¿Nos hemos puesto a pensar en eso? Quizás pediríamos dinero, salud, un esposo o esposa, éxito, poder, o bienestar para vivir tranquilamente. Como seres humanos sería lo más lógico que fueran estas cosas las que vinieran a nuestra mente.
Ante esta pregunta Salomón pidió sabiduría para gobernar a Israel. Su desinteresado pedido agradó tanto a Dios que Él le prometió mucho más de lo que había pedido. Le dio riquezas, honor y le dio un corazón sabio y entendido para gobernar a su pueblo.
Quizás la sabiduría es lo que deberíamos pedir siempre ya que la realidad demuestra que no podemos vivir la vida cristiana por nosotros mismos y por eso Dios nunca nos ha pedido que así sea. Nos ha pedido que permitamos que Él viva esa vida, en y a través de nosotros. Recordemos que cuando oramos debemos estar seguros de que entramos a la presencia del Padre, al Dios Todopoderoso y Creador de todo, por eso debemos estar confiados que siempre está expectante y anhela que le busquemos y que le pidamos. El Señor Jesús dijo en Mateo 7:7 “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”.
Él sabe lo que necesitamos, lo que deseamos, y lo que es bueno para nosotros, y nos lo dará. Cuando el Señor nos dé la oportunidad de tener lo que más deseamos en el mundo, no llenemos nuestra lista de oración de cosas banales y perecederas, pensemos también en lo eterno, en hacer la voluntad de Dios, pidamos crecimiento espiritual, conocimiento de Él y pidamos por la salvación de muchas almas.
No debemos pedir que haga lo que nosotros podemos hacer. Él siempre hará por nosotros lo que nosotros no podemos hacer, lo que se sale de nuestras manos. Allí es donde se manifiesta su poder sobrenatural.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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