Peticiones del corazón.

Señor, me gozo en tu palabra, en tu presencia cuando estoy en oración, tus enseñanzas son mi deleite y mi alimento. Amén.

«Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.» Salmos 37:3-4

¿Cuáles son tus anhelos? ¿Qué cosas deseas o estás esperando que se cumplan en tu vida? Entre más alineamos nuestra mente a su palabra, a su voluntad, es decir somos fieles, entonces tendremos las peticiones que le hacemos; no se trata de pedir, si no de pedir de acuerdo a su voluntad. El Señor se agrada en que le pidamos, pues esto denota nuestra total dependencia de su provisión. ¿Pero estamos buscando al proveedor o a su provisión? Si nos deleitamos en el conocimiento de aquel que nos llamó de la oscuridad a la luz, entonces tendremos lo que pedimos, pues nos deleitamos en El, no en nuestros propios deseos egoístas. Como el mismo Señor Jesucristo nos enseñó en Juan 4:34, » mi alimento es hacer la voluntad del que me envió..», tomemos esta  misma actitud frente a lo que anhelamos y pedimos, ya que según como esté mi corazón así será mi petición y así mismo la respuesta de parte del Señor.