Perseguidos

Gracias mi Señor, no me avergüenzo del evangelio porque es poder de Dios para salvación del que cree, guíame a vivir una vida justa y santa, crucificando los malos deseos y siendo luz en medio de la oscuridad. Amén

“pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.”
‭‭1 Pedro‬ ‭4:16‬

Que honor tan grande, que privilegio sufrir por el Señor y no por las consecuencias de nuestras malas decisiones, de nuestros pecados; cuando nos persigan por causa de Cristo, considerémonos más que recompensados, esa es nuestra gloria, una gloria inmarcesible, ser perseguido, vituperado, insultado, por causa de aquel que murió por mí, que me rescató del castigo eterno. No nos centremos sólo en la prosperidad material y económica, sino en predicar a Cristo resucitado, y si nosotros somos perseguidos por causa de Él, recordemos que nuestro maestro fue perseguido primero y que las cosas materiales que tenemos, Él nos las entregó en administración, con el fin de llevar a muchos el mensaje de salvación. Marquemos diferencia con el mundo, siendo obedientes a su Palabra y viviendo apartados del pecado, si somos perseguidos por guardar el testimonio de la verdad, consideremos que estamos verdaderamente llevando a cabo la misión que el mismo Cristo nos entregó y glorifiquemos a Dios por esto.