Permanecer en Cristo
2019-03-28
1. Oración inicial
Señor, guíame con tu Espíritu a obedecerte y a vivir como tú viviste, lleno de amor para con mis hermanos y mi prójimo. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.”, Juan 15:4-5
3. Reflexiona
Si somos persistentes en las cosas temporales que nos dan una felicidad momentánea, cuánto más debemos insistir en buscar las cosas eternas. Realmente nuestra prioridad debe ser agradar y servir a Dios con todo lo que tenemos: cuerpo, alma y espíritu.
Es un problema de enfoque. Aquello en que nos concentramos más termina tomando todo nuestro tiempo, fuerza y vida, pero si nos concentramos en Cristo, en conocerle más, en agradarle viviendo como Él vivió, estamos permaneciendo en Él (1 Juan 2:5-6).
Permanecemos en Él cuando obedecemos su Palabra, cuando la hacemos nuestra y practicamos sus principios usándolos en cada aspecto de nuestra vida; por esto Cristo nos enseñó que “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.” (Juan 15:10).
Y en este aspecto se revela o hace evidente si permanecemos en Él, si cumplimos este mandamiento: «El que ama a Dios, ame también a su hermano». (1 Juan 4:21).
En resumen, permanecemos en Él, viviendo como Cristo vivió, siguiendo su ejemplo, guardando su Palabra y amando a nuestro prójimo; es cuestión de obediencia.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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