Perdonar nos libera
2016-12-18
1. Oración inicial
Señor Jesús, enséñame a no guardar resentimientos en mi corazón cuando alguien me hiere, sino amar, perdonar y hacer el bien al que me causa daño, sé que esto no es natural sino sobrenatural, por eso sólo tú puedes darme la fuerza para perdonar y amar como tu lo haces, en lugar de buscar venganza. Te pido por todos aquellos que me han herido. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuévele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, vé con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.», Mateo 5:38-44
3. Reflexiona
Parece algo ilógico que el Señor nos pida esto, pues cuando somos agraviados, queremos desquitarnos, pero el amor de Dios va mas allá de lo natural, en lugar de demandar nuestros derechos, debemos cederlos, esta declaración radical de Jesús dice que es más importante impartir justicia y misericordia que demandarlas. Al tomar represalias, tomamos la justicia en nuestras manos y El quiere librarnos de la venganza que trae dolor interno y nos roba la paz. Podemos vencer entonces el mal con el bien. El puede liberarnos del egoísmo y confiar en que el Espíritu Santo nos ayudará a amar a aquellos por quienes no sentimos amor.
Podemos buscar amar a los demás como Dios nos ama. El nos ama a pesar de lo que somos, nuestro pecado nunca nos debe detener en el empeño de ser cada vez más semejantes a Cristo y cambiar nuestra conducta, que debe reflejar nuestra madurez espiritual. Aún no somos perfectos, pero debemos seguir creciendo y superar el nivel de mediocridad, madurando en todo, buscando la excelencia, hasta llegar a ser como Jesús, alcanzar su estatura espiritual.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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