Pensar diferente. Parte 1
2022-03-16
1. Oración inicial
«Padre, que mis pensamientos sean purificados por tu palabra de verdad mediante la acción de tu Espíritu en mí, guiándome a no acomodar mi pensamiento a las ideas e ideologías del mundo, sino a pensar todo lo bueno y lleno de virtud que nos revela tu escritura sagrada, para poder experimentar tu voluntad buena, agradable y perfecta. En el nombre de Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:1-2.
3. Reflexiona
Al tener una nueva vida en Cristo, tenemos su gracia actuando permanentemente en nosotros, que nos conduce o nos impulsa a NO dejar que nuestro cuerpo sea un instrumento del mal para servir al pecado, (Romanos 6:13). Y ya que hemos sido tratados con tanto amor, no debemos seguir las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien debemos permitir que Dios nos transforme en personas nuevas al cambiar, en nosotros, la manera de pensar.
La forma en que el Señor cambia nuestra manera de pensar es que, cuando recibimos a Cristo, somos sellados con el Espíritu de Dios y tenemos la mente de Cristo, produciéndose un cambio de dentro hacia afuera, iniciando por nuestro espíritu pero manifiesto o evidente en nuestra alma y cuerpo. La profundidad de este hecho está escrita en la palabra de Dios, la cual nos revela que: “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo” (1 Corintios 2:16), y el contexto de este versículo nos está explicando que Dios nos reveló a nosotros, por el Espíritu, cosas grandes y extraordinarias “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre”. Estas cosas están escritas en la palabra de Dios y son reveladas a nosotros los hijos de Dios cuando, con oración y toda disposición, tomamos el tiempo para estudiarlas, memorizarlas y practicarlas (1 Corintios 2:9-11).
Si muchos de nosotros tenemos una profesión u oficio y hemos dedicado años a estudiar y mediante la práctica hemos ido adquiriendo destreza, también lo debemos hacer con este inmenso tesoro que nos ha sido dado a nosotros que somos simples vasijas de barro, llenas con la gracia de nuestro Salvador; por lo tanto, estamos llamados a estudiar profundamente las escrituras, para lo cual Dios nos ha dado a su Espíritu, a fin de entender todas estas revelaciones que impactan lo que creemos, transforman nuestro pensamiento y modifican nuestras acciones.
Es un creer correcto, es un pensar verdadero, es un sentir equilibrado y es un hacer en justicia, porque a nosotros, su iglesia, conforme dice la escritura “Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.” (Apocalipsis 19:8).
¿Ha cambiado tu manera de pensar?, ¿es radicalmente diferente a la del mundo?
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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