Pedro conoció el amor de Cristo, su gracia y restauración
2024-06-12
1. Oración inicial
«Señor Jesús, gracias porque al igual que con Pedro, cuando he fallado, tú me has vuelto a buscar y por tu gracia me has vuelto a restaurar, gracias porque tu amor inagotable diariamente me recuerda el propósito por el cual me has llamado. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.” Mateo 26:33-35
“De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme.” Juan 21:18-19
3. Reflexiona
Pedro, un líder entre los discípulos de Jesús, en su forma de ser, actuando de manera impulsiva, el día de la última cena, le hace una promesa al Señor diciéndole: “Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré”. Al igual que Pedro, en ocasiones nosotros los creyentes actuamos de la misma forma, y hacemos promesas a Dios que no podemos cumplir. A veces tenemos buenas intenciones y el deseo de agradar y hacer la voluntad de Dios, pero cometemos un gran error, tratamos de hacerlo en nuestras propias fuerzas, pensando que el hecho de haber caminado junto a nuestro Salvador nos capacita para enfrentar los desafíos solos; por eso Jesús en el huerto de Getsemaní le dice a sus discípulos y nos recuerda a nosotros la importancia de la comunión con Dios, como está registrado en Mateo 26:41 “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil».
Pedro y los otros discípulos no pudieron velar y orar como lo hizo el Señor, Jesús salió fortalecido gracias a la intimidad con su Padre, y cumplió su propósito, Pedro, al igual que los demás, terminó asustado y negando a su Maestro, algo que no lo tomó por sorpresa, pues sabía que esto pasaría, por eso después de su resurrección, Cristo vuelve a buscar a Pedro y a los demás, quienes habían regresado a sus antiguas labores, y esta vez en medio de un desayuno Jesús le da una profecía a Pedro de cómo moriría, mostrándole que esa promesa que algún día le hizo, se cumpliría, pero no por la fuerza y el valor de Pedro, sino más bien por la gracia y el poder de Dios; así mismo Dios nos vuelve a buscar para decirnos: SÍGUEME, pues no es por tu fuerza sino por mi GRACIA que cumplirás mi propósito.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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