Paz entre nosotros
2021-07-11
1. Oración inicial
«Padre Santo, eres un Dios que no haces acepción de personas, que no muestras favoritismo con nadie y que así mismo quieres que yo haga; reconozco que muchas veces no tengo la suficiente paciencia, tolerancia y empatía con mis hermanos, por lo que te pido Padre bueno, que seas tú corrigiendo todas aquellas actitudes que no están de acuerdo a tu voluntad y que me permitas cada día ser más agradecido por cada una de las personas que has puesto a mi alrededor, sé que no ha sido por casualidad o sin propósito, pues tú todo lo haces por mi bien y para tu gloria, en el nombre de Cristo Jesús. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros. También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.” 1 Tesalonicenses 5:12-14
3. Reflexiona
Algo que nosotros hemos podido notar a lo largo de nuestra participación en alguna iglesia local, es la gran variedad de personalidades o temperamentos que podemos encontrar, y es precisamente por esto que el Apóstol Pablo en su primera carta a los Tesalonicenses, se ve en la necesidad de escribirnos algunas instrucciones muy prácticas y precisas para hacer con cada persona en algunos estados o actitudes que se puedan presentar.
Él Inicia primeramente dirigiéndose a todos nosotros, rogándonos de manera especial que tengamos en alta estima y amor a esas personas que Dios ha dispuesto para nuestra ayuda, es decir, aquellas personas que en el Señor son nuestra autoridad y siempre están listas a enseñarnos, aconsejarnos, alentarnos, corregirnos y hasta amonestarnos cuando así lo necesitemos; es importante que aprendamos a reconocer de cualquier manera su valioso trabajo entre nosotros, es nuestro deber también, manifestarles nuestro agradecimiento y amor por su diligencia y disposición en esa obra tan especial, pues no podemos llegar a ser ingratos o desagradecidos.
Luego, él nos continúa indicando la actitud que debemos tomar cuando, por cualquier motivo o circunstancia, algún hermano se encuentre ocioso, desanimado o débil; para estos primeros es necesario un regaño gentil y preciso, puesto que están desordenados y sin fruto, a los de poco ánimo nuestro deber es alentarlos o consolarlos, pues diariamente estamos enfrentando diferentes pruebas que nos pueden llevar al desánimo, y con los débiles estamos llamados a algo muy especial, a sostenerlos, lo que quiere decir que es a los que más nos debemos adherir y debemos estimar, ya que somos miembros de un mismo cuerpo y nos necesitamos mutuamente. Finalmente, la recomendación general es la paciencia, que aprendamos a soportar los defectos de los demás hasta que el Señor se perfeccione en todos.
Y todo esto es con un propósito muy hermoso, que de hecho fue una de las cosas que de manera especial nos dejó nuestro Señor Jesús, y es que siempre mantengamos la paz entre nosotros, que no haya divisiones, envidias, rencores, celos y demás obras que nos llevan a la desunión entre hermanos y a la infructuosidad en la obra del Señor. Así que, pongamos en práctica estas claras instrucciones dadas por Dios para que su paz se manifieste entre nosotros.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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