Oro por ti
2019-04-14
1. Oración inicial
Señor, en el nombre de tu hijo amado, te oro por cada necesidad que tienen mis hermanos, especialmente la de conocerte y obedecerte, también porque sean prosperados en todo así como prospera su alma. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.” Santiago 5:16
“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,”’ 1 Timoteo 2:1-3
3. Reflexiona
El Señor Jesús oró por nosotros para que no nos faltará la fe y por todos los que habíamos de creer por el mensaje enseñado a los apóstoles, para que viviéramos en comunión, y en santidad (Juan 17). También sus discípulos oraron unos por otros, para que su ministerio no tuviera tropiezo, para que los creyentes fueran fortalecidos por el Espíritu Santo, arraigados y cimentados en amor, capaces de comprender el amor de Dios, y llenos de la plenitud de Dios (Efesios 3:14-19).
Así mismo nosotros debemos orar por todos los hombres (1 Timoteo 2:1), por los dirigentes del gobierno (1 Timoteo 2:2), por los que aún no creen (1 Timoteo 2:3-4), por los hermanos cristianos (Efesios 6:18), por los ministros del evangelio (Efesios 6:19-20), por la iglesia perseguida (Hebreos 13:3).
Orar por otros hace que no nos centremos en nosotros mismos, sino en las necesidades de los demás, buscando el bien ajeno antes que el propio.
Es un acto de obediencia y de amor, que a Dios le agrada, (1 Timoteo 2:3), No solo orar por la necesidades materiales, sino principalmente por las necesidades espirituales, al fin, si las personas tienen un encuentro con Cristo, tendrán la mayor bendición de sus vidas.
Así que oramos para que los que no creen, Dios les sea revelado a través de Jesús, para que sean abiertos sus ojos espirituales y puedan ver las maravillas de un Dios lleno de amor, también oramos para que Dios provea salud y para todas las necesidades de nuestro prójimo: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.” (3 Juan 1:2). Orar unos por otros, como ora una madre por sus hijos, desata el poder de Dios, porque acaso ¿no hará justicia a sus hijos que claman día y noche? ¿Se tardará en responderles? (Lucas 18:7).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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