Orgullo
2020-08-22
1. Oración inicial
«Señor, examina mi corazón, mira si hay orgullo en mí y lléname de tu gracia, para tener equilibrio en mi forma de pensar y actuar. Que mi vida muestre la humildad y mansedumbre de Cristo. Amén»
2. Lee la palabra de Dios
“Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.” Romanos 12:3
3. Reflexiona
El orgullo que viene ya sea de pensar muy alto o muy bajo de sí mismo, no agrada a Dios. Lo contrario a esta clase de orgullo, es la humildad, la cual viene de tener una perspectiva correcta de Dios y de nosotros mismos, “porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.” (2 Corintios 10:18), es decir, Dios quiere que pensemos de cada uno, lo que él dice que somos en Cristo, “conforme a la medida de fe”, si algo somos es por su gracia en Cristo, y eso que somos, nos determina como servidores de los demás, haciendo todo para la gloria de Dios (Colosenses 3:23).
Nuestra actitud con los demás y lo que hacemos debe seguir este principio: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”, (Filipenses 2:3).Estos principios, nos ayudan a evaluar si estamos actuando con orgullo, al cual Dios resiste y no hay bendición en esta forma de actuar.
Si al evaluarnos, a la luz de la Palabra de Dios, descubrimos esta clase de orgullo en nosotros, vayamos a Cristo, pidamos su perdón, sometámonos a él y como recompensa nos dará abundante gracia, para pensar y actuar con equilibrio, sin orgullo egoísta (Santiago 4:6).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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