Ordena tu casa
2021-06-12
1. Oración inicial
«Padre, tú me has dado vida por medio de Cristo, ahora dame la oportunidad de vivirla para ti, haciendo lo que te agrada y viviendo de acuerdo a tus principios, mostrando que mi vida tiene una misión esencial y especial, la de vivir cada día que me resta para glorificar tu nombre, en el nombre de Jesús. Amén»
2. Lee la palabra de Dios
“En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración a Jehová, y dijo: Oh Jehová, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro. Entonces vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: Ve y di a Ezequías: Jehová Dios de David tu padre dice así: He oído tu oración, y visto tus lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince años.” Isaías 38:1-5
3. Reflexiona
A Ezequías, quien fue rey de Israel, Dios le avisa por medio del profeta Isaías que terminarían sus días en la tierra y por tanto tenía que ordenar su casa.
Pero, ¿qué haríamos nosotros si estuviéramos en el lugar de Ezequías, y se nos avisara que tenemos pocos años o tal vez semanas de vida?, de seguro nuestras prioridades cambiarían y aquello que hemos aplazado, trataríamos de hacerlo con esmero, o nos sentiríamos tristes por no tener ya tiempo de hacer aquello que postergamos . ¿Qué cosas harías primero? ¿Cómo dejarías tu casa en orden?.
El rey Ezequías clamó a Dios y le fueron añadidos 15 años de vida, pero luego de experimentar esta situación de enfermedad, el mismo rey escribe una oración de súplica y alabanza de la cual podemos aprender varios principios:
Primero, debemos reconocer nuestra debilidad y nuestra fragilidad, no somos eternos, por lo tanto necesitamos a diario de la fortaleza que nos da Dios, aún en la enfermedad (Isaías 38:14).
Segundo, ante la realidad de la muerte debemos vivir humildemente todos los años que nos restan (Isaías 38:15), pues no sabemos cuando podemos irnos, y vivir acumulando riquezas, es una señal de prepotencia, de orgullo y de una equivocada perspectiva del tiempo, como dice Eclesiastés 5:15: “Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano”.
Y la tercera enseñanza que nos deja la situación que vivió Ezequías, es que la oportunidad de vivir unos años más, e incluso de tener una vida con propósito y poder ordenar la casa, se la dio Dios por medio de Cristo, cuando dice la escritura “He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.” (Isaías 38:17). Así que en Cristo también nosotros, tenemos vida y vida en abundancia porque él “echó tras sus espaldas todos nuestros pecados”, como nos enseñan los evangelios.
Así que ahora a nosotros nos corresponde valorar nuestra vida, colocándola al servicio de Cristo, aprovechando bien el tiempo para vivir para Dios agradándole en todo (Efesios 5:16), de esta forma podremos ordenar nuestra casa, porque en cualquier momento podemos partir de esta tierra, pero Dios en su amor, nos da una vida con propósito por medio de Cristo. Hoy mismo puedes iniciar a tener un cambio de vida, si recibes a Cristo, “quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados“ (1 Pedro 2:24).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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