Obediencia con promesa
2017-03-19
1. Oración inicial
Papito Amado Te doy gracias porque me sacaste con mano fuerte de la esclavitud del pecado, me llamaste con mi nombre, me dijiste hijo mío eres tú y yo escuche tu voz. Gracias Señor porque mi vida ha cambiado, me has introducido en la tierra que fluye leche y miel. Gracias Señor. Amén
2. Lee la palabra de Dios
“Guardad, pues, todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que seáis fortalecidos, y entréis y poseáis la tierra a la cual pasáis para tomarla; y para que os sean prolongados los días sobre la tierra, de la cual juró Jehová a vuestros padres, que había de darla a ellos y a su descendencia, tierra que fluye leche y miel. La tierra a la cual entras para tomarla no es como la tierra de Egipto de donde habéis salido, donde sembrabas tu semilla, y regabas con tu pie como huerto de hortaliza”, Deuteronomio 11:8-10
3. Reflexiona
Mientras que estaba en Egipto, el pueblo de Dios tenía que bombear agua con una bomba de pie del Nilo para regar los cultivos y poder sobrevivir. Trabajando como esclavos sólo para continuar viviendo. Pero luego la situación cambió.
Igualmente en tu camino espiritual, hay un lugar donde puedes parar de “bombear” y entrar en “el caudal”; allí puedes dejar de sudar por todas tus preocupaciones porque la bondad de Dios fluye en cada área de tu vida. Sin embargo, esta promesa es sólo para los obedientes.
Cuando la Biblia dice “Guardad, pues, todos los mandamientos que Yo os prescribo hoy, para que seáis fortalecidos y entréis a poseer la Tierra a la cual vais a pasar para tomarla”. Es como tener el código de acceso y el número de cuenta correctos. Todo lo que tienes que hacer es sacar directamente del “cajero”, porque ahora estás caminando en armonía con Dios.
Todos querían vivir en “el caudal” de las bendiciones de Dios, pero sólo un puñado de israelitas logró entrar en la Tierra prometida.
¿Quiénes eran? a) Aquellos que se atrevieron a seguir las instrucciones que Dios les había dado; b) Aquellos que estaban dispuestos a enfrentarse a los gigantes que daban miedo; c) Aquellos que rehusaron ser influenciados por las opiniones de otros; d) Aquellos cuya fe decía: “Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. … y con nosotros está Jehová; no los temáis”.
Hermano, tú puedes ser uno de ellos que entra a poseer el caudal de bendiciones solo si obedeces a la ley de Jehová
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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