Nunca es demasiado tarde
2023-07-30
1. Oración inicial
«Padre de la gloria escudriña mi corazón y muéstrame en que te estoy fallando, quiero entregarte lo mejor de mi vida, amarte con todo mi corazón, toda mi mente y todas mis fuerzas. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella”, Hebreos 11:4
3. Reflexiona
Vivimos en una sociedad donde cada día es más difícil actuar con excelencia, se busca esquivar la responsabilidad, hacer el mínimo esfuerzo, saltarse las normas e inventar excusas para disimular la mediocridad; se critica al que se esfuerza y al que logra sus metas, pero se alaba la inconciencia, la indiferencia y la pasividad. Esto no debe permear la mente de los creyentes, la Biblia dice que fuimos creados a la imagen y semejanza de Dios y a cada uno se nos dieron talentos y dones, y la capacidad de administrarlos de la mejor manera para cumplir el propósito con el que Dios nos trajo a este mundo. El propósito general para todos los que hemos creído en Dios es que en todo glorifiquemos su nombre y demos testimonio al mundo de la salvación que de manera gratuita hemos recibido a través de la fe en Jesucristo. El propósito específico para cada individuo es revelado directamente de Dios al corazón de cada uno de sus hijos en un proceso que consiste en dar pequeños pasos que cada vez nos llevan de lo bueno a lo excelente y de lo excelente a lo eterno. Tal vez muchos aún no sepamos para que nos tiene el Señor, pero lo que sí debemos saber es que mientras caminamos hacia el cumplimiento del buen plan de Dios para nuestra vida debemos dar lo mejor de nosotros mismos: en la universidad, en el trabajo, en nuestra casa, pero sobre todo en nuestra relación personal e íntima con nuestro Padre Celestial.
Lo mejor de nuestra vida es lo que está ajustado a la Palabra de Dios, Abel ofreció a Dios lo mejor que él tenía para dar y lo hizo con excelencia y con un corazón humilde y sincero, pero no fue por su propia capacidad y esfuerzo intencional sino porque le creyó a Dios e hizo tal como Dios le había enseñado a acercarse a Él por medio de la sangre; Caín ofreció a Dios también, pero lo hizo con escasez subestimando al Creador del Universo, el corazón de Caín se desvió de la voluntad de Dios, terminó asesinando a su hermano y fue condenado a vivir errante por el resto de su vida. Este es un llamado para que nos examinemos y miremos qué está recibiendo Dios de nosotros. ¿Le damos lo mejor de nuestra vida?. Nunca será demasiado tarde para rectificar, arrepentirnos y darle a Dios lo que Él se merece.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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