Nuestros errores no nos definen
2023-03-31
1. Oración inicial
«Padre, perdóname por las veces que te he ofendido y por alejarme de ti, sé que no es lo que quieres para mí. Permíteme por tu Espíritu permanecer en tu amor y en tu presencia, y te pido por tu inagotable gracia, que aun mis errores sean usados para tus planes y propósitos, por Jesucristo, mi Señor, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” Hebreos 4:16
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” 1 Juan 1:9
3. Reflexiona
Muchas veces, por nuestras malas decisiones y en obediencia a los deseos de nuestros ojos, nuestra carne y a la vanagloria de la vida, nos terminamos alejando de Dios y viviendo independientes de Él. Sin duda, son hechos que no dan gloria a Dios, que no son de buen testimonio y que no muestran nuestra identidad como hijos de Dios. Por el contrario, son circunstancias en las que nos culpamos y, que muchas veces, son usadas por otras personas para señalarnos de todo lo contrario, de pecadores, hipócritas o fariseos.
Sin embargo, es esencial que antes de escuchar nuestra voz o la de los demás, escuchemos a Dios, pues su Palabra no es precisamente para culparnos o criticarnos, todo lo contrario. El Señor, de manera misericordiosa y bondadosa por medio de Jesucristo, nos llama al trono de su gracia. Él nos recuerda que ya Jesús pagó el precio por nuestros pecados y que nuestro deber es arrepentirnos, confesarle nuestras iniquidades y aceptar su perdón.
Por consiguiente hermanos, no debemos permitir que aquellas malas decisiones o nuestros eventuales errores sean los que nos definan quitándonos nuestra verdadera identidad; somos hijos de Dios y el Señor nos limpia, nos restaura y su gracia es capaz de usar todo lo que nos sucede para un propósito mayor. Dice su Palabra “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová. Y te libraré de la mano de los malos, y te redimiré de la mano de los fuertes.” (Jeremías 15:19-21).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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