Nuestro Fundamento

Señor Jesucristo quiero primeramente edificar mi vida sobre ti, que eres la roca firme, el fundamento de la iglesia, la piedra angular, y así poder edificar mi familia en la doctrina de los apóstoles la cual está en tu Palabra. Gracias Señor, Amén.

«Por eso, ya no sois extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo», Efesios 2:19-20

El apóstol Pablo les dijo a los creyentes no judíos que aunque ellos eran extranjeros y marginados, alejados de Dios, ahora la situación ha cambiado. Ellos ya no eran extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos, de los miembros del cuerpo de Cristo, miembros de la familia de Dios.

La Biblia claramente enseña que Jesús y no Pedro es la piedra sobre la cual se construye la iglesia. Los apóstoles y los profetas son el fundamento por medio de quienes Dios declaró la salvación y la iglesia primitiva construyó su doctrina sobre este fundamento, lo reitera Pablo cuando les dice a los Corintios: «Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo».

En el libro de Hechos, inmediatamente después de mencionar el día de Pentecostés, dice que aquellos que habían sido añadidos a la Iglesia, perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

Como miembros de la familia de Dios, para quienes Jesucristo es esa Piedra Angular, sobre él debemos edificar nuestras vidas, familias, iglesia y sociedad, y solo así seremos la morada de Dios en el Espíritu, seremos el templo del Dios viviente.