Nuestra convicción frente al futuro. Parte 1
2025-03-05

1. Oración inicial
«Padre, se que tienes mi vida en tus manos, mi presente y mi futuro son impactados por mi fe en tus promesas, ayudame mediante tu Espíritu a renovar mi manera de pensar y a experimentar la vida de Jesús en mi vida, para gloria de tu nombre, amén.»

2. Lee la palabra de Dios
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”, Jeremías 29:11
“Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las naciones adonde habéis llegado. ” Ezequiel 36:22

3. Reflexiona
Cada año que comienza quisiéramos saber cómo nos va a ir, quisiéramos saber el futuro, para disminuir la incertidumbre y tener control de nuestra vida, pero esta curiosidad por saber el futuro nos lleva realmente a ser independientes y poner nuestra mirada en las circunstancias, cuando esto no tiene propósito.
Se trata entonces de colocar la confianza de que pase lo que pase Dios está con nosotros y Él tiene un plan mucho mejor del que pudiéramos prever o controlar. Su voluntad es buena, agradable y perfecta, pero experimentar esto, implica renovar nuestra manera de pensar. (Romanos 12:2)
Para que entendamos cuál debe ser nuestra manera de pensar, nuestra actitud, nuestra fe correcta y por supuesto nuestro actuar frente a la incertidumbre y el futuro, debemos aprender del caso de Israel. El pasaje de Jeremías 29:11 es muy usado para referirse a los planes perfectos y fieles de Dios para con nosotros, pero debemos entender el contexto para valorar de manera más precisa y profunda lo que Dios quiere decirnos.
El contexto de este pasaje, es que Israel había sido llevada cautiva a Babilonia, despojada totalmente de su riqueza y su templo; familias divididas y desamparadas. Los que quedaron sufrieron hambre y muerte, los que fueron arrancados de su tierra y llevados cautivos sufren de una terrible desesperanza. Lo que sembraron cosecharon, pues desobedecieron al Señor y vino juicio sobre ellos, como le fue revelado al profeta Ezequiel: “Hijo de hombre, mientras la casa de Israel moraba en su tierra, la contaminó con sus caminos y con sus obras; como inmundicia de menstruosa fue su camino delante de mí., Y derramé mi ira sobre ellos por la sangre que derramaron sobre la tierra; porque con sus ídolos la contaminaron. Les esparcí por las naciones, y fueron dispersados por las tierras; conforme a sus caminos y conforme a sus obras les juzgué.” (Ezequiel 36:17-19).
Entendiendo este contexto, seguiremos escudriñando mañana, qué implicaciones tiene para nosotros, lo que le ocurrió a Israel y cómo esta palabra de Jeremías 29:11 en un contexto más detallado debe impactar nuestra vida y debe llevarnos a una actitud cristiana correcta frente a la incertidumbre del futuro o ante cualquier dificultad que estemos pasando.

4. Alaba a Dios

5. Comparte
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