No tomar venganza ante la injusticia
2018-10-23
1. Oración inicial
Señor, que en mi corazón halla perdón y amor hacia todo aquel que me ha ofendido, que mi reacción ante la injusticia sea confiar en que tu harás conforme a tu voluntad y que yo pueda ser un instrumento de la verdadera paz que Cristo nos dejó. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente», 1 Pedro 2:22-23
3. Reflexiona
¿Cómo respondemos ante la injusticia?
Muchos de los actuales conflictos existentes en el mundo, son producto del odio ante actos injustos que se han cometido, donde la persona llena de dolor no perdona sino que encauza sus esfuerzos en hacer pagar o ejecutar justicia a sus ofensores. Si es la ira o un sentimiento de venganza la que dirige los pensamientos y actos de esta persona, contaminará a los demás con su amargura y al final provocará más dolor e injusticia que la que quería supuestamente combatir.
El hecho es que no somos dioses, ni jueces para impartir justicia, solo Dios que conoce el corazón del hombre, es un juez justo.
No tomar el camino de la venganza, es muestra de fe, porque confiamos en que Dios hará justici. Él dice en su Palabra “No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.” (Romanos 12:19).
Pero más allá de no tomar la justicia en nuestras manos, es nuestra reacción ante las ofensas, ante la injusticia, y esto es con amor; como nos enseña la Palabra del Señor, “Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.” (Romanos 12:20-21).
¿Tienes conflictos con tu cónyuge, vecino, en tu trabajo, con otras personas? No albergues rencor o deseos de venganza en tu corazón, puesto que esto es el mismo veneno que te autodestruye y contamina a los que están a tu alrededor. Vayamos a la cruz y confiemos que Dios hará justicia, nuestra actitud debe ser la misma que Jesús tuvo ante los vituperios y heridas que le causaban, aún orando por ellos, tal como también el apóstol Esteban, cuando era apedreado, aprendió del maestro: “Señor, no les tomes en cuenta este pecado”.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn