No temas, estoy contigo
2016-09-30
1. Oración inicial
Señor, a veces tengo que enfrentarme a situaciones adversas para cumplir con el ministerio que me has encomendado, compartir tu evangelio a toda criatura. Quiero oír el dulce sonido de tu voz, a través de tu Santo Espíritu, dándome aliento para seguir adelante. En estos tiempos de apostasía afirma mis pies y mi corazón, para servirte con valentía, con la plena certeza de que estás a mi lado. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. Él le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?”, 1 Reyes 19:9-13
3. Reflexiona
En los momentos de temor, nos sucede igual que a los niños pequeños, que se esconden cuando tienen miedo, buscando refugio, hasta que el brazo firme y la voz amable de su padre, le da la seguridad para salir de su escondite.
Elías tenía miedo de morir en manos de Jazabel, pues su gran victoria sobre los profetas de Baal lo ha puesto en peligro de muerte. Puede sucedernos a nosotros en algún momento. Las circunstancias pueden afectarnos negativamente de tal manera que pensemos que todo está perdido; y más duro cuando las consecuencias vienen después de haber hecho algo para la gloria de Dios.
Es en ese momento que necesitamos la voz de nuestro amado Padre diciendo como le dijo a Elías “Sal afuera y ponte de pie en el monte, delante de Jehová”. Dios no permitirá que permanezcamos escondidos, sino que quiere seguirnos revelando sus propósitos y usándonos para su gloria a pesar de las dificultades. No hemos terminado nuestra carrera todavía en este mundo. Somos sus siervos y Dios nos necesita hoy más que nunca firmes, pues se avecinan tiempos difíciles para su iglesia.
Recordemos que así como el viento, terremoto y fuego, Dios sigue dando muestras visibles de su poder. Él puede manifestar su gloria de diferentes formas. Pero el poder más grande y poderoso que tenemos a nuestro alcance es la presencia del Espíritu Santo. Esa voz dulce, apacible y delicada que nos dice: “no temas, yo estoy contigo”. ¿Será que es suficiente para nosotros? Pues para Elías no lo fue, a pesar de sentir la presencia de Dios, seguía sintiendo temor, cubrió su rostro, y aún no se reponía. Vuelve el Señor y le insiste ¿Elías que haces aquí?
Sigue repitiendo las mismas palabras de antes que suenan a excusa, frente a la gran manifestación de Dios, su corazón es terco centrándose en sí mismo. Ya no quiere seguir adelante. Pero Dios lo llama de nuevo a su servicio, porque nada afectará sus propósitos. “Ve, regresa por el camino, por el desierto, a Damasco”. No pudo huir de su responsabilidad como profeta. Con la misma insistencia Dios no permite que su siervo renuncie a su ministerio y le comisiona una nueva misión, ungir a quién lo va a suceder. No va a ser una misión carente de peligro, pero ya el énfasis va a ser distinto. No se centrará en la seguridad del profeta, pues Dios mismo está cuidando de él, aunque Elías no lo entiende. Se centrará en los propósitos de Jehová. Con el tiempo Eliseo cumplió el resto de la comisión dada a Elías.
La pregunta que hace Dios, ¿qué haces aquí, Elías? Es un reproche. A menudo nos corresponde preguntar si estamos en nuestro lugar, y en el camino del deber: ¿estoy dónde debo estar? ¿A dónde me llama Dios, dónde está su obra, y dónde puedo ser útil? Recordemos que no importa cuán difíciles son los momentos, Dios está a nuestro lado, no permitirá que nada malo nos pase. Nos esconderá en el día del peligro y nos ayudará en el momento preciso. Estará con nosotros hasta al fin del mundo.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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