No se apartará de ti mi misericordia
2021-11-01
1. Oración inicial
«Amado Dios, gracias por estas promesas de amor y fidelidad. Entender que me amas incondicionalmente a pesar de lo que soy o de cualquier cosa o situación adversa, me hace tener paz, gozo y disfrutar de tu eterno amor. Me has dado el privilegio de manifestar a Jesucristo a través de mi vida. Venga lo que venga jamás quebrantarás tu pacto de paz, porque te deleitas en misericordia, y aunque el mundo que me rodea esté cambiando constantemente, sé que cuento contigo porque siempre permaneces, Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.” Isaías 54:10
“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.” Jeremías 31:3
3. Reflexiona
Estas promesas le fueron dadas al pueblo judío, por medio de los profetas, en un tiempo donde estaban temerosos y sin esperanza por la amenaza del imperio de Asiria sobre ellos. Isaías predica el consuelo de Dios para los que todavía permanecían fieles a Él y les dice que el Señor no quebrantará su pacto de paz, muy a pesar del pecado que los había llevado a esta condición. Así como Dios es tardo para airarse, es pronto para mostrar su misericordia; su bondad eterna hizo que tuviera misericordia de su pueblo.
También es una palabra de consuelo para nosotros, porque aquí Dios nos muestra que su permanencia con nosotros es tan incondicional como la promesa que le hizo a Noé en Génesis 9:11 “Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra”. Así también es firme la promesa que le ha hecho a su iglesia en Mateo 16:18 “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”.
Como dice Jeremías, su amor es incondicional y su bondad eterna, por eso no debemos perder la esperanza en medio de las aflicciones diarias. Los montes se pueden estremecer y remover, pero las promesas de Dios nunca serán quebrantadas por ningún suceso; todo nos puede fallar en este mundo menos Dios.
Estos versículos son aplicables por igual a la iglesia y a cada creyente, Dios puede corregirnos y reprendernos por nuestros pecados, pero jamás nos dejará porque Él vive en nosotros; esto debe animarnos a ser más diligentes en buscar a Dios y hacer más firme nuestra vocación y elección por Él. Recordemos que nunca su amor está ausente cuando estamos en problemas, Él permanece con nosotros porque somos sus hijos y nos ha dado su Espíritu como Ayudador y Consolador en los momentos difíciles. Su amor, gozo y paz sobrepasan todo entendimiento y nos sostienen en medio de las turbulencias de la vida.
No permitamos que la ansiedad, soledad, temor y depresión ganen terreno en nuestra vida, porque somos de Dios y tenemos al más poderoso dentro de nosotros, como dice 1 Juan 4:4 “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”.
Dios nunca nos abandonó, porque a través de Jesús mostró su amor para reconciliarnos por medio de la cruz; situación que debía ser efectuada para estar con nosotros porque nos ama. Su amor y misericordia se manifestaron poderosamente, reconciliándonos y dándonos un propósito de vida y una esperanza eterna ¿Cómo corresponder a tanta misericordia y fidelidad? siendo fieles a Él.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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