No es con ejército, es con su Espíritu
2017-02-21
1. Oración inicial
Padre Amado, te pido perdón por todas mis faltas y me apropio de tu perdón. Úngeme con tu Santo Espíritu para que tu poder repose sobre mí y pueda desarrollar y ejercer eficazmente el ministerio que me has encomendado. Tú estás por encima de toda estrategia y fuerza humana, y he grabado en mi corazón que: “no es con ejército, ni con fuerza, sino con tu Santo Espíritu”. Amén
2. Lee la palabra de Dios
“Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”, Zacarías 4:6
3. Reflexiona
Israel viene del exilio en Babilonia, ya que por causa de la idolatría e infidelidad de Israel, Jerusalén es destruido y el imperio de Babilonia, los somete y los lleva cautivos a su tierra por 70 años.
Al volver, el objetivo es reconstruir el templo y la ciudad de Jerusalén. La edificación se había detenido, los obstáculos eran muchos y el pueblo estaba desanimado.
Muchas veces nuestra vida pasa por tiempos similares: cautiverio, anhelo de reconstruir, obstáculos y desanimo. La obra de renovación del Espíritu Santo es fundamental, pues se requieren nuevas fuerzas. La restauración se hace mediante un encuentro personal con Jesucristo, con su Palabra y su Santo Espíritu
El Espíritu Santo es nuestro Consolador, es por su poder que es sanado el corazón quebrantado, es quien convence de pecado, es quien trae renovación a lo que está seco y está muriendo, por eso Dios le dice a Ezequiel profetiza y di: “Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos y vivirán. Y entró espíritu en ellos y vivieron”. Dios equipa a su Iglesia a través del bautismo de poder en el Espíritu Santo.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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