¿Necio o entendido?
2017-06-15
1. Oración inicial
Señor, te pido me ayudes a entender tu voluntad por medio de tu Palabra, abre tu revelación a mi vida, por medio de la fe en Jesucristo. Confío plenamente en lo que tu dijiste con siglos de anticipación, por que se ha estado cumpliendo y se cumplirá con precisión, esto alegra mi corazón y me impulsa a vivir en Santidad. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien. Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Salmos 14:1-3
3. Reflexiona
La Palabra de Dios llama a quien no cree en Dios, necio. Es una persona que cree que es sabio en su propia opinión, que se ha envanecido en su propio razonamiento. Esto es algo que ocurre a muchas personas en el mundo hoy en día. Algunos han dejado de buscar a Dios, porque han encontrado un mal testimonio en las religiones y otras por aceptar mentiras en contra de la Biblia, como “que no es cierta”, “que ha sido cambiada” “que no tiene la verdad absoluta”. Pero hay evidencias arqueológicas, genéticas, proféticas, entre otras, de que la Biblia dice la verdad. El único libro que, con miles de años de anticipación, profetizó cada imperio mundial que iba a existir, con un orden exacto, en el libro de Daniel. Así mismo profetizó en Isaías 7, 9 y 53, el nacimiento virginal de Cristo, del Salvador, su muerte y resurrección. Hay evidencias arqueológicas de la antigüedad de estos libros, siglos antes de que ocurrieran los hechos, Dios lo había escrito. Los errores doctrinales como no creer en Dios, son simplemente ignorancia de las escrituras, como Cristo lo dice en Mateo 22:29.
Sólo Dios conoce lo que es mejor para nuestra vida, el propósito y sentido de nuestra existencia. Al ignorar esto, somos necios y así mismo es nuestro estado de vida. Por lo tanto, si en la Biblia podemos encontrarnos directamente con Dios, busquemos su dirección y enseñanza, así seremos “entendidos” y verdaderamente sabios, colocando en práctica éstas verdades que transforman nuestra vida.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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