Muertos y resucitados en Cristo Jesús
2020-09-10
1. Oración inicial
«Dios Padre Todopoderoso y Eterno, gracias te damos Señor porque en tu plan de salvación para con nosotros hemos sido bautizados en la muerte de Cristo Jesús y, como Él, resucitados para vivir una vida nueva, que guiada y sustentada por tu Santo Espíritu que mora en nosotros honre, glorifique y bendiga tu Santo, Santo, Santo nombre oh Padre, Señor y Dios nuestro. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?” Romanos 6:3
“Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” Romanos 6:4
3. Reflexiona
El bautismo en el Nuevo Testamento es considerado como la primera respuesta de obediencia de parte de un nuevo seguidor de Jesús, conforme a la ordenanza escrita en Mateo 28: 18-19: “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo;”
Bautizar, en griego (Baptizo) significa “Sumergir” y es un acto que hace referencia a la muerte, sepultura y resurrección de Cristo Jesús. Mediante el bautismo morimos con Cristo Jesús por nuestros pecados; al sumergirnos somos sepultados con Él y al salir de la inmersión resucitamos juntamente con Él, nacemos de nuevo, y, con el Espíritu Santo morando en nosotros, iniciamos una nueva vida en obediencia a Dios, con el temor de Dios en nuestro corazón. Cumplida es pues la palabra: “Sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.” (Colosenses 2:12) “Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el nuevo régimen del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.” (Romanos 7:6)
Para vivir cabalmente esa nueva vida en Cristo Jesús, oigamos atentamente el ruego del apóstol Pablo a los Efesios: “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.” (Efesios 4: 1-6)
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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