Moldeados. Parte 1
2018-11-22
1. Oración inicial
Gracias Señor, tuya es toda la gloria. Mi Señor, continúa cambiando mi vida y mi corazón, moldeándolo de acuerdo al carácter de Cristo, que se manifieste en mi comportamiento todo el amor que has puesto en mí. Amén
2. Lee la palabra de Dios
«Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.», 2 Corintios 3:18
«Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.», 1 Juan 3:2
3. Reflexiona
Vamos siendo transformados gracias a la acción de su Espíritu que hemos recibido. El Señor cambia nuestra vida y cada vez nos parecemos más a Él.
Si bien la salvación es un proceso instantáneo mediante la fe en Jesucristo, llegar a ser maduros espiritualmente requiere un crecimiento que moldee nuestro carácter, siguiendo el ejemplo de Cristo, hasta llegar a ser semejantes a Él.
Y esto nos costará lágrimas, el Señor aprovechará cada circunstancia para moldearnos el carácter, aunque tengamos dificultades en cada una de ellas. De su mano aprenderemos una lección valiosísima que reemplazará un comportamiento en la carne por un fruto del Espíritu; que si bien ya está en nosotros cuando recibimos a Cristo, no se ha manifestado por nuestra costumbre a dejar que el viejo hombre, ya muerto en la cruz, sea el que se manifieste (Efesios 4:22).
Darnos cuenta día a día qué es lo que somos verdaderamente, es un proceso que hemos recibido de parte del Señor, y que al llevarlo a la práctica se manifiesta lo verdadero y queda poco a poco atrás lo viejo.
La clave es que comprendamos lo que ya somos, nuestra verdadera identidad y permitamos que Dios moldee nuestro carácter. Aprovechemos entonces cada circunstancia para dejar que el Espíritu que está en nosotros vaya mostrándonos el camino paso a paso, dejando toda conducta regresiva y dañina que produce el caminar cuando nos dejamos guiar por nuestra autosuficiencia. Demos gracias a Dios por cada circunstancia y aprovechemos el tiempo para que el Señor haga su obra en nosotros y seamos moldeados para llegar a ser semejantes a su hijo amado Jesús.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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