Misericordia quiero y no sacrificios

«Oh Dios, llévame a actuar y hablar con justicia y misericordia, pues tú quieres que viva correctamente y firme con el amor tuyo en mi corazón. Quiero ser humilde y reconocer que necesito que cambies mi vida, para reflejar tu carácter puro y santo. Lléname de compasión y ternura para dar a los demás. En el Nombre de Jesús. Amén.»

«Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios». Miqueas 6:8

Dios, a través del profeta, revela los pecados que merecen la vara del castigo para su pueblo, el cual se había enriquecido por su impiedad, por la deshonestidad y corrupción, donde había explotación, injuria y mentira; esto enojó al Señor, porque su pueblo se conducía igual o peor que los paganos e incrédulos.
Lo mismo sucede hoy en todo ámbito, la deshonestidad es el factor común de la mayoría de las personas, por eso los creyentes debemos tener cuidado de no participar y contaminarnos de todo aquello que Dios abomina. ¿Qué busca Dios para que se agrade de nosotros? Que quitemos todo pecado que no deja obrar su justicia, sobre todo si le servimos sin santidad de corazón. Dios quiere obediencia a sus mandamientos antes que sacrificios, quiere misericordia y compasión por las personas, anhela que seamos humildes y reconozcamos nuestra fragilidad.
Los sacrificios y otros rituales no bastan, Dios anhela cambiar nuestras vidas. Desea que su pueblo sea justo, recto, misericordioso y humilde, virtudes que se han perdido por completo en este mundo. Nuestra vida debe ser un sacrificio vivo y santo, agradable a Él, viviendo en integridad con su amor transformador en nuestro interior, Romanos 12:1 dice: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”.
¿Somos justos en nuestro trato con la gente? ¿Mostramos misericordia con aquellos que nos hacen daño? ¿Estamos aprendiendo a ser humildes? Solo los que obedecen a Dios viven en una relación correcta con Él y con el prójimo. La clemencia, la piedad, la compasión, la ternura, el amor intenso y la fidelidad, se podría traducir también como “buena voluntad”. Jesús cita en Mateo 9:13 “Porque misericordia quiero y no sacrificio” y califica a la misericordia como uno de los aspectos más importantes de la vida de un creyente. ¿Cómo podemos hoy actuar en justicia y amar misericordia?