Mis ovejas oyen mi voz
2017-09-15
1. Oración inicial
Amado Padre, te doy gracias porque en tu infinita misericordia, enviaste a tu Hijo para ser mi pastor, quien dio su vida por mí que soy oveja de tu prado y en tu mano estoy seguro. Gracias Señor. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás; ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre”, Juan 10:27-29
3. Reflexiona
El señor Jesucristo nos enseñó a tener una relación con el Padre celestial y que debemos estar unidos entre nosotros. El cristianismo es una doctrina de unidad, colectiva por excelencia; nos enseña que somos un rebaño, una manada, las ovejas no son seres solitarios, son seres gregarios, las ovejas tienen que vivir juntas, estar unas con otras todo el tiempo, por eso Jesús dijo: Ustedes son una manada y yo soy su Pastor.
El Pastor está preocupado porque las ovejas tengan delicados pastos para comer y las ovejas son animales muy asustadizas, pero cuando van con el pastor les da seguridad; una oveja sola se descarría, se pierde y se cae con facilidad porque son torpes, cegatonas e indefensas. Cristo tiene razón al llamarnos sus ovejas y usa su vara para arriar o castigar y el cayado que es un bastón curvo para agarrarlas del cuello y volverlas al redil.
En nuestro pasaje Jesús se identifica como aquel a quien pertenecen las ovejas, «el Buen Pastor» al que oyen y siguen. Aquel que las guía a buenos pastos y las protege de los enemigos, dando incluso su vida por ellas. Sin duda, se trata de un término muy inspirador que nos habla de propiedad, cuidado, protección, conocimiento íntimo, amor ilimitado y sacrificado.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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