Miedo. Parte 1
2017-08-09
1. Oración inicial
No temeré Señor, porque tu has prometido estar conmigo siempre, vas delante de mí, venciste en la cruz y has entregado la victoria en mis manos para que la aplique en toda situación. Amén
2. Lee la palabra de Dios
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” Isaías 41:10, Salmo 27:1
3. Reflexiona
Cuando Jesús venció en la cruz, nos liberó de todo temor porque nos llenó de su Espíritu de poder, de amor y de dominio propio (Timoteo 1:7). Él mismo nos dijo, “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”, en pocas palabras, lo contrario a la fe, es el miedo, por esto Dios nos guía a confiar en Él, a abandonar todo temor. La definición de turbar en el diccionario de la real academia de la lengua española es alterar o interrumpir el curso natural de algo o el estado; una situación que nos sorprende que trata de desviarnos, que nos mantiene en zozobra, pero el remedio a este sentimiento es su Palabra, que permanece constante y tiene el poder de quitar toda intranquilidad y aún de animarnos, para no permitir que algo que ya fue vencido, nos derrote. No permitamos por desconocimiento o desánimo, ser llevados directo a la trampa del enemigo, que quiere llenarnos de miedo, paralizarnos para no avanzar y frustrar el plan de Dios con nuestra vida. Tomemos ánimo creyendo esta palabra y aplicándola en nuestra vida.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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