Mi primer amor

Padre Bueno, ayúdame para que mi amor por ti permanezca vivo, dinámico, intenso, avivado; que jamás descuide el primer amor, por el exceso de actividades o el arduo trabajo. Anhelo que continuamente se fortalezca y se renueve la comunión de amor contigo, Te amo mi Señor. Amen

“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor”, Apocalipsis 2:4
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”, Efesios 5:25

La iglesia de Éfeso nace en el tercer viaje misionero del apóstol Pablo en el año 53 d.C., pastorea allí por tres años aproximadamente. Y Apocalipsis es escrito en el año 95 aprox. entonces poco a poco la iglesia descuido “el primer amor”, o como dice Jesús en otras palabras: “ya no me amas como al principio”.
La Biblia nos enseña que entre Cristo y la Iglesia debe existir una relación de esposos, esto nos habla de enamoramiento, comunión, intimidad, fidelidad, etc. Pero, generalmente con el tiempo esto se descuida y se deteriora. ¿Por qué?
Apocalipsis 2:2 dice: “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo… ”. Vemos obras en exceso, se quiere llenar todo faltante espiritual con muchas actividades. Vida de ritos pero no hay intimidad; no hay genuina adoración; la persona se congrega por hábito, llega a la iglesia tarde, murmura de los otros, critica el servicio, y sólo cuando tiene privilegios asiste a la iglesia. También puede haber orgullo espiritual, esto es, discernimiento natural, no por el Espíritu Santo. No hay preocupación por la presencia del Espíritu Santo, por su obra, ni por su mover, no hay anhelo de conocerlo.
Una persona enamorada, sólo habla de su amor, una iglesia enamorada de Jesús hablará de él, pero al perder ese amor ya no se comparte las buenas nuevas.

Si has perdido tu primer amor hacia el Señor, te corresponde restaurarlo. El primer amor nos lleva a lugares de privilegio y comunión con Dios, y el Señor nos dice: “recuerda todo esto, porque has descendido, has caído y no te has dado cuenta…”