Mi fuente de amor
2021-04-05
1. Oración inicial
«Padre de la gloria, sé que todo lo bueno que hay en mí eres tú, tu Santo Espíritu que mora en mí y me da el poder para hacer todo de acuerdo con tu voluntad y no a los deseos de mi carne; recibe Dios bueno, toda la gloria y la alabanza por tu gracia que me permite ser lo que soy ahora en Cristo. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” 1 Juan 4:10
3. Reflexiona
¿Tal vez en alguna ocasión nos hemos admirado o sorprendido por lo que somos o hacemos?
Hay momentos en donde nos detenemos a observar y reflexionar lo que ha sido nuestra vida, y así como hay ocasiones en las que nos avergonzamos por nuestro actuar, hay otras tantas en las que decimos “¿eso lo hice yo?, no lo puedo creer, ¡qué bien!” Y eso está bien, pero puede pasar que nos quedemos fijándonos en nosotros, o peor aún llevándonos la gloria de lo que no nos corresponde.
La Escritura dice: “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.” 1 Corintios 15:10. Hermanos, no podemos olvidar de dónde nos rescató Dios, de cuán incapaces éramos de hacer el bien en nuestra fuerza, estábamos muertos en nuestros delitos y pecados (Efesios 2:1), pero Él, por el puro afecto de su voluntad, nos amó primero y envió a su Hijo en sacrificio por nuestros pecados, nos hizo nuevas criaturas en Cristo y derramó su amor en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha dado. Entonces, a partir de este punto, ya no somos nosotros, nuestras capacidades, nuestra inteligencia o nuestras buenas intenciones, sino que es Él viviendo a través de nosotros, porque “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Gálatas 2:20)
Es decir que, todo lo bueno de nosotros es Cristo en nosotros. Si ahora tenemos la capacidad de amar, aún a nuestros enemigos, es porque disfrutamos de la fuente de amor verdadero, su amor derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo (Romanos 5:5). Si somos pacientes, bondadosos, pacificadores, humildes, amables, etc., es porque a través de nosotros se está manifestando el fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:22-23). Así que, bendito, alabado y adorado sea nuestro Padre Dios hoy y siempre por toda la gracia y el amor que ha derramado en nosotros, que son nuestra fuente para amar verdaderamente, toda la gloria y la honra sean sólo para Él.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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