Mi audiencia es Dios
2019-08-12
1. Oración inicial
Señor, te alabo y te bendigo con todo mi corazón. Quiero gozarme en tu santa presencia, reconociendo tu bondad y misericordia, que todo lo que respire en mi te alabe, no busco agradar a otros sino a ti. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Cuando el arca de Jehová llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl miró desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba delante de Jehová; y le menospreció en su corazón. Metieron, pues, el arca de Jehová, y la pusieron en su lugar en medio de una tienda que David le había levantado; y sacrificó David holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová. Y cuando David había acabado de ofrecer los holocaustos y ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová de los ejércitos. Y repartió a todo el pueblo, y a toda la multitud de Israel, así a hombres como a mujeres, a cada uno un pan, y un pedazo de carne y una torta de pasas. Y se fue todo el pueblo, cada uno a su casa. Volvió luego David para bendecir su casa; y saliendo Mical a recibir a David, dijo: ¡Cuán honrado ha quedado hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy delante de las criadas de sus siervos, como se descubre sin decoro un cualquiera! Entonces David respondió a Mical: Fue delante de Jehová, quien me eligió en preferencia a tu padre y a toda tu casa, para constituirme por príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de Jehová. Y aun me haré más vil que esta vez, y seré bajo a tus ojos; pero seré honrado delante de las criadas de quienes has hablado. Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el día de su muerte”, 2 Samuel 6:16-23
3. Reflexiona
Cuando el rey David trajo nuevamente el arca del pacto a Jerusalén hubo mucha alegría en el pueblo. El arca significaba tener la presencia de Dios en medio de ellos, el rey se vistió ropas sacerdotales (un efod de lino) y ofreció sacrificios, alabanza y danzó con todas sus fuerzas delante de Dios, celebrando con gritos de júbilo y sonido de trompetas.
Ese júbilo y alegría es la que debemos sentir cuando alabamos y adoramos al Señor Jesucristo, su presencia debe traer gozo. Pero hay muchos como Mical, que no comparten este tipo de alegría que es diferente a la del mundo y pueden menospreciarnos como lo hizo ella con David. David no sólo era un líder militar y político sino que era un líder espiritual de su nación, todo el pueblo compartió y celebró con David ese día y él los bendijo. También les enseñó que el respeto por la santidad de Dios era esencial para el bienestar de la nación.
Cuando llegó a su casa para bendecirla, se encontró con el reproche de su esposa Mical, quien nunca entendió, así como su padre Saúl, la causa de esa celebración. Su corazón amargado le impidió ver la grandeza de Dios.
La tristeza y la soledad pueden quitar el gozo al celebrar las bendiciones de Dios. Eso no es ajeno a nosotros pues muchas personas se rehúsan a participar de la celebración gozosa del culto a Dios. No olvidemos que independientemente de las pruebas, debemos gozarnos y celebrar en la presencia del Señor, pues es nuestra fortaleza y nos llena de su paz en medio de las circunstancias difíciles.
A David no le importó lo que ella le dijo cuando lo llamó “ridículo”, pues su audiencia era para Dios, no para ella. Lo que le importaba era la aceptación de su Señor, no danzaba para los demás sólo para Él. De esa misma forma a muchos de los que nos rodean les parecen ridículas las cosas que hacemos para Dios, pero es nuestra adoración y nuestro servicio a Él, y agradarlo es la única razón por la cual debemos hacerlo.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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