Mente mía recuerda que la victoria está en el nombre del Señor
2024-05-17
1. Oración inicial
«Señor mi mente dice que no es posible esperar en ti, pero mi corazón, que es ese lugar en el que está tu Hijo Jesús y tu palabra, me recuerda que sí es posible hacerlo por medio de la fe puesta en ti, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.“ Romanos 12:2
3. Reflexiona
Cuán importante es tener los pensamientos correctos en nuestra mente, y a través de la vida de Ana, el Señor en devocionales anteriores nos lo ha estado recordando, pues ¿cuántos de nosotros, al igual que ella, hemos pensado alguna vez que la manera en la que Dios concederá nuestras peticiones es a través de realizar promesas o intercambios? Quizás muchos de nosotros lo hemos hecho, pero ¡gloria a Dios por permitirnos conocerle en intimidad y por medio de la revelación de su Espíritu Santo cuando estudiamos Su Palabra! pues gracias a esto es que entendemos que si el Señor suple nuestras necesidades, no es por nuestras obras, promesas o intercambios que le ofrezcamos, sino por Su carácter Bueno, y aunque también sabemos que es Soberano y puede actuar como Él lo considere pertinente, comprendemos que nunca dejará de ser Justo en todo lo que hace. Cuando conocemos estas verdades y creemos en ellas experimentamos un cambio en nuestra manera de pensar, como le pasó a Ana, quien pasó de tener pensamientos tales como: “Si te dignares a mirar mi aflicción, si te acordares de mí, si no te olvidaras de mí, si me dieras un hijo varón yo te lo consagraría” (1 Samuel 1:11ª), a depositar en su mente pensamientos conforme la verdad del Señor: “Y Ana oró y dijo: Mi corazón se regocija en Jehová, Mi poder se exalta en Jehová; Mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, Por cuanto me alegré en tu salvación.” (1 Samuel 2:1), al hacer esto vemos cómo de manera inmediata a Ana le retorna su alegría, no porque haya cambiado su situación, pues hasta ese momento ella no estaba en embarazo (pues ese era el anhelo que tenía), sino porque ha descansado y puesto su esperanza en el Señor, entendiendo que la voluntad de Dios siempre será buena, agradable y perfecta.
Hermanos, es tiempo de renovar nuestro entendimiento con la verdad de Su palabra y poner nuevamente nuestra esperanza en quien nunca avergüenza, Jesús.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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