Mensaje de paz
2017-12-13
1. Oración inicial
Querido Dios, concédeme terminar este año lleno de tu amor y de tu paz. Poder trasmitir tu mensaje de esperanza a los que me rodeen y que por medio de la fe en Cristo puedan reconciliarse contigo y experimentar tu paz. Amén
2. Lee la palabra de Dios
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” Romanos 5:1-5
“¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! “ Lucas 2:14
3. Reflexiona
La navidad es la época de trasmitir el mensaje de paz. En medio de tanta crisis familiar, social y aún nacional, siempre debemos llevar esperanza a los corazones afligidos. La única paz verdadera es la que tenemos con Dios, cuando nos hemos reconciliado con Él por medio de Jesús, nuestro Príncipe de Paz. Las huestes celestiales que alababan a Dios anunciaron que por medio del nacimiento del Mesías, Dios extendería su favor a gente que no había hecho nada para merecerlo y por medio de su gracia traería paz a los hombres.
Paz, que no se refiere a un mero sentimiento de calma y tranquilidad, sino al resultado de experimentar la restauración de la relación Dios- hombre pecador. De recibir su benevolencia y bendición. Paz, al saber que estamos completos en Jesús llenando de armonía y seguridad nuestro interior. Paz, al entender que hemos sido aceptos en el amado Hijo, que tenemos una familia espiritual, un mismo Padre que nos ama y el poder de Cristo a nuestro alcance. Paz y felicidad, al comprender que ahora Él vive en nuestros corazones por medio de su Santo Espíritu y que nunca estaremos solos.
La gloria de Dios debe ser entonces la manifestación externa de la esencia interior. Lo que dejamos ver a los demás es lo que tenemos dentro de nosotros. ¿Es a Cristo a quién estamos reflejando? ¿Es nuestra fe la que está permitiendo a otros buscar esa paz que necesitan?
“Tengamos paz” es la lección que debemos dar en este tiempo, lección que la mayoría rechaza porque piensa que es ilógico tener algo que Dios quiere dar por puro amor, por pura gracia, que es un regalo, que es un don, su Hijo Jesucristo.
La paz la obtenemos primero por dirigir nuestra mirada al Príncipe de Paz y luego al mirar su obra transformadora en cada uno de nosotros. La esperanza en Jesús no debe avergonzarnos porque el amor de Dios ha sido vaciado sin reservas en nuestro ser por el Espíritu Santo que nos fue dado, para que ahora sintamos a Dios mismo y su asombroso carácter de amor en cada uno de nosotros; perspectiva que demasiados creyentes en Cristo en la actualidad han perdido y que necesitan recobrar para que sean testimonio.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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