Mas ahora mis ojos te ven
2018-09-07
1. Oración inicial
Padre celestial, delante de ti me despojo de mi autosuficiencia y mis necios pensamientos que me llevan a dudar de tu soberanía, tu amor y tu justicia. Estoy arrepentido de verdad y hoy quiero dejarme enseñar por ti, para ver con claridad tu presencia en mi vida y poder decir como Job, “más ahora mis ojos te ven”. Te amo Señor, amén.
2. Lee la palabra de Dios
“¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza», Job 42:3-6
3. Reflexiona
La Biblia dice que Job era “perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal”, (Job 1:1) por tanto su arrepentimiento no era por sus pecados secretos u ocultos, sino por haber hablado con ignorancia al decir que Dios le había sido injusto, por poner en duda la soberanía y la justicia de Dios. Ahora que ha visto a Dios, que conoce a Dios, Job quiere retractar los desafíos que presentó ante Él. El polvo y la ceniza son símbolos apropiados para el arrepentimiento y el remordimiento en tiempos de Job. En particular, la palabra “cenizas” connota humildad, inutilidad, o arrepentimiento.
Pecamos cuando dudamos del carácter de Dios. A veces somos necios al preguntarle a Dios con enojo ¿por qué permite que esto o aquello nos suceda si según nuestro propio concepto somos buenos? Pues no vemos más allá del día de hoy, porque sólo de oídas hemos oído de Dios, no conocemos cómo realmente Él es, no percibimos el propósito que tiene en cada problema que nos acontece. Pues Dios pudo haber evitado que José, el hijo preferido de Jacob, fuera metido en la cárcel, pudo haber evitado que Jeremías fuera lanzado en el pozo cenagoso, pudo haber evitado que Pablo naufragará tres veces, pero no lo hizo y estos problemas hicieron que ellos terminaran en intimidad con Él y con una profunda fe.
La actitud de Job cambió extraordinariamente, aún cuando su situación era igual, pues los problemas nos obligan a poner los ojos en Dios, depender de él, y poder decir como Job, “más ahora mis ojos te ven”. Job ve distinto a Dios porque se le ha revelado personalmente, como lo hará con nosotros.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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