Mantengamos la calma y la confianza en Dios aun en medio de las adversidades
2020-03-17
1. Oración inicial
«Señor, en ti he puesto mi confianza y mi esperanza, eres mi refugio y mi castillo, bajo tu sombra estoy seguro, te he puesto como mi habitación, por tanto, en ti descanso y me gozo en tu presencia que me libra de todo mal. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Porque has puesto al Señor, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.”
Salmos 91:9-10 RVR1960
3. Reflexiona
Una promesa poderosa para estos tiempos donde se levantan grandes enfermedades y plagas (virus), para que confiemos en el Señor más que nunca, porque en esto radica nuestra fortaleza: en mantener la calma y la confianza en Dios aun en medio de las dificultades (Isaías 30:15). Estos momentos son precisos para que nuestra fe, más preciosa que el oro, sea acrisolada por el fuego de las adversidades y para que mostremos que la fe que tenemos en nuestro salvador Jesucristo, es verdadera.
Él nos advirtió lo que vendría hace dos mil años aproximadamente. En Mateo capítulo 24 podemos estudiar lo que nos dijo acerca de estos tiempos, no para asustarnos, sino para que supiéramos que el mismo hombre al vivir sin el amor de Dios, recoge las consecuencias de su pecado y de su maldad (Mateo 15:1-20). Las profecías de Jesús nos muestran que Él está siempre con nosotros y hasta el último momento está dispuesto a perdonarnos, limpiarnos de toda maldad y darnos vida eterna. Pero estamos llamados a vivir vigilantes y a hacer su voluntad, mientras regresa nuestro Señor. (Mateo 24:42-51).
Por lo tanto, conservemos la calma; hoy más que nunca demostremos a Dios que le creemos y que lo hemos puesto a Él como nuestro refugio. ¿Confiamos en Dios en todo tiempo? También estemos vigilantes, creciendo en el conocimiento del Señor y anunciando el mensaje de salvación.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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