Los “te amo” de Dios
2017-12-18
1. Oración inicial
Gracias Señor, por tu mensaje de amor manifestado desde antes de la fundación del mundo, mostrándome con hechos que tu esencia es amar. Sigue derramando tu amor en mi corazón para darlo a otros. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”. Jeremías 31:3
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16
3. Reflexiona
Desde el principio Dios ha dicho “te amo” de varias maneras a la humanidad. Cuando hizo lo creado pensó en cada detalle, todo lo creó para nuestra supervivencia. Con el nacimiento de Jesús expreso un gran “te amo”, que después Jesús replicó con sus propias palabras, dejando claro que nos ama y que ha abierto el camino directo a Dios para que experimentemos su inmenso amor.
Ha dicho “te amo” cuando ocupó nuestro lugar en la cruz con su muerte. Ha dicho “te amo” cuando resucitó victorioso para darnos una nueva vida y esperanza, ha dicho “te amo” cuando envió a su Santo Espíritu a morar en nuestros corazones, cuando nos ha perdonado y levantado en nuestras flaquezas, cuando ha restaurado nuestro corazón herido, cuando nos ha consolado en la aflicción, cuando ha sido nuestro refugio en los momentos de temor, cuando ha contestado cada petición.
También ha dicho “te amo” al darnos la promesa de venir nuevamente por nosotros para compartir su gloria y majestad por la eternidad. No necesitamos más pruebas que demuestren ese amor eterno con que nos ha amado. Es el amor incondicional que se demuestra con hechos y no sólo con palabras. Recordemos que Juan nos invita también a hacerlo “Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad”. 1 Juan 3:18 El lenguaje que hemos oído desde el principio ha sido de amor.
Como decía Westcott: “La vida revela a los hijos de Dios”. No hay manera de expresar qué clase de árbol somos más que por nuestros frutos, y no hay manera de decir qué somos sino es por nuestra conducta. La ética cristiana se resume en una palabra: amor, este debe ser la directriz de nuestra vida.
El hecho de que amemos a nuestros hermanos es la prueba definitiva de que hemos pasado de muerte a vida. 1 Juan 4:7-8 “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”.
A causa de su amor eterno Él sigue extendiendo sobre nosotros su misericordia, su benevolencia y no se olvidará de nosotros.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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