Llenos de frutos de justicia

«Señor, hoy quiero vestirme del nuevo hombre, creado por ti en la justicia y santidad de la verdad, mediante la fe en Cristo, para gloria y honra de tu Santo nombre. Amén.»

“llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.” Filipenses 1:11

“Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre.” Isaías 32:17

¿De cuál justicia habla la Palabra de Dios? De la justicia que Dios mismo manifestó y ejecutó en Cristo y nos dio a nosotros mediante la fe.

Es decir, que por el poder de Jesucristo, por la fe en lo que Él ya hizo en la cruz, nosotros daremos una cosecha abundante de actos justos para honra y alabanza de Dios, pues el carácter justo que Jesucristo produce en nuestra vida es el fruto de su Espíritu, amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza (Gálatas 5:22-23a) y si este fruto abunda en nuestra vida, en nuestro corazón, haremos como consecuencia obras justas.

Este es el efecto, o consecuencia de aceptar el don maravilloso de su justicia, la paz con Dios; y por lo tanto, la verdadera paz interior, como lo declara la Palabra respecto a la relación entre la fe, la justicia y la paz: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1).

Este es un gran triunfo que podemos disfrutar ahora mismo, pues viviremos en victoria sobre el pecado y la muerte, por la gracia maravillosa de Dios y el regalo de su justicia, por medio de un solo hombre, Jesucristo. (Romanos 5:17).
Y tú, ¿qué piensas ahora que sabes esta verdad? ¿Has aceptado este don maravilloso de justicia por medio de la fe en Cristo? ¿Estás lleno de frutos de justicia?