Llamados a obediencia
2018-02-22
1. Oración inicial
Amado Dios, tú has puesto en tu Palabra tus estatutos, tus mandamientos y tus leyes. Hoy tomo la decisión de guardarlos en mi alma con diligencia y te ruego por mi nación. Cuánto anhelo que un día podamos expresar: “pueblo sabio y entendido, nación grande es ésta”, amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta. Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros? Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida” Deuteronomio 4:5-9a
3. Reflexiona
Moisés exhorta al pueblo de Israel a la obediencia, y les recuerda los mandamientos que Jehová les dio antes de entrar a la Tierra Prometida. Aquí está la clave de la sabiduría y la inteligencia: guardar los mandamientos y ponerlos por obra.
Si oyeran estas frases todos aquellos que aspiran gobernar y legislar en las naciones, cómo sería de diferente el mundo. Para ello sólo hay un camino que se pueda pregonar: “Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta” y ese camino está en la Ley de Dios que es su Palabra, por eso dice: “Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia”.
Ahora, la obediencia no ocurre de manera espontánea cuando nos hacemos cristianos, la obediencia es decisión, se aprende y se ejerce en el diario vivir. Dice la Biblia que Jesús aprendió obediencia: “Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia” Hebreos 5:8, en todo momento el Señor hizo la voluntad de su Padre Celestial, y pagó el precio “haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” Filipenses 2:8.
Hermano, saquemos nuestra propia conclusión con esta palabra: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala” Eclesiales (12:13-14).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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