Llamados a cargar la Cruz
2019-10-09
1. Oración inicial
Hoy quiero cargar la cruz detrás de ti Jesús y seguirte. Lleva Señor mis pecados y lávame de toda mi maldad, que hoy empiece el primer día de mi vida pero junto a ti, andando en tu camino de verdad y paz. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Y obligaron a uno que pasaba, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo, a que le llevase la cruz. Y le llevaron a un lugar llamado Gólgota, que traducido es: Lugar de la Calavera.”, Marcos 15:21-22
3. Reflexiona
Lo que sucedió a Simón de Cirene fue una situación muy particular, él venía del campo, sólo pasaba, tal vez mirando por curiosidad lo que le pasaba a un hombre fatigado y lleno de sangre producto de los latigazos. Le obligaron a llevar la cruz, con un detalle que nos complementa el evangelio de Lucas 23:26: “Y llevándole, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús.” Detrás de Jesús, cargando una cruz que aparentemente no era para él, ¡qué pensaría este hombre en aquel momento! ¿Por qué yo? ¿Por qué a mi? ¿Quién es este hombre que va delante de mí?
Ya sea por curiosidad, porque pasabas por algún lugar y alguien te habló de aquel hombre que murió en la cruz, o leíste este devocional que te compartió un amigo; el encuentro con Cristo no es una coincidencia. Estabas tal vez en tus ocupaciones, sólo pasabas por aquí y leíste acerca de Jesús. Ya sea que lo estés buscando o no, el encuentro con el hijo de Dios determinará el resto de tu vida; si cargas la cruz, renunciando a ti mismo, y renunciando a vivir independientemente de Dios, Él irá delante de ti porque juntamente con Él vamos a la muerte de nuestros pecados, y juntamente con Él somos resucitados (Romanos 6:5), esto se conoce en la Biblia, como bautismo, que significa que seremos unidos (sumergidos) a Él.
Vamos sin rumbo por la vida, sin propósito, hasta que tenemos un encuentro personal con Jesús y Él nos da un propósito, es un llamado a venir en pos de Él, a llevar a la cruz nuestros pecados, recibir la vida eterna y sentarnos con Él en los lugares celestiales (Efesios 2:6), un encuentro, una nueva posición.
Por lo tanto, aunque estábamos en nuestra ocupaciones y oficios regulares, todo nos trajo hasta aquí, a la cruz, para cargarla, renunciando a nosotros mismos, al pecado y llegamos hasta este lugar para ir detrás del hijo de Dios. No es fácil, pero es el único camino cierto y verdadero, así que hoy entrégale tu vida a Cristo, recibe su cruz, ve a la muerte del viejo hombre con Él y resucitarás juntamente con Jesús para vida eterna (Colosenses 2:12).
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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