Limpiados para crecer. Parte 1
2020-03-02
1. Oración inicial
«Señor, que por tu Santo Espíritu cada vez más, pueda entender tus enseñanzas y poner en práctica tu Palabra, que cada día tú me limpies a través de ella y mi espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.”, Juan 15:2
3. Reflexiona
Necesitamos ser limpiados para crecer y llevar más fruto, y esto implica que Dios está pendiente de nuestro corazón, y de quitar aquellas cosas que no permiten nuestro desarrollo espiritual y de corregir comportamientos que nos pueden causar inconvenientes y mal testimonio ante los demás.
Dios es fiel y justo, por eso nos perdona y nos limpia, nos enseña mejor que un Padre terrenal. Esta limpieza, es a través de su Palabra, pero muchas veces por medio de situaciones difíciles o dolorosas.
No es un anuncio para sentir temor, sino para adquirir sabiduría a través del estudio de la Palabra de Dios, pues lo que allí está escrito, sus enseñanzas, pueden hacernos cada día más sabios para que aprendamos a confiar más en Jesucristo, para que tengamos seguridad y certeza en la salvación que Cristo nos dio en la cruz. (2 Timoteo 3:15).
Entonces, esta seguridad limpia nuestra conciencia, porque en todo momento, ante algo que nos quiera contaminar, recordaremos un versículo, una enseñanza precisa que guarda nuestros pensamientos y nuestro corazón; a esto se refiere el Salmo 119:9 cuando dice: “ ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra”.
Así que, si queremos crecer debemos ser limpiados por su Palabra; no descuidemos este inmenso privilegio de estudiar la escritura y de obedecer sus principios, pues nos evita mucho dolor y nos da sabiduría para enfrentar situaciones difíciles.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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