¡Levántate y salva vidas!
2022-06-25
1. Oración inicial
«Padre, hoy decido dejar mi comodidad e indiferencia pues no quiero seguir pasando de largo cuando veo en el mundo a aquellos paralíticos espirituales. Quiero ser como aquellas cuatro personas valientes que decidieron tomar al paralítico y llevarlo a los pies de tu Hijo Jesús, para que pudiera experimentar lo que es tener salvación, perdón de pecados y vida eterna. En el nombre de Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico” Marcos 2:1-4.
3. Reflexiona
Cuán importante es despojarnos de nuestra comodidad para levantarnos y llevar a los pies de Jesús a aquellos paralíticos espirituales que se encuentran en el mundo. Y es importante que reflexionemos ¿cuántos de nosotros hemos sido como aquellos cuatro hombres que relata el evangelio y hemos roto tejados de pena, indiferencia, pereza, temor, para llevar a aquellos paralíticos más que físicos, espirituales, a que conozcan del amor de Dios? Pues meditemos, ¿qué sería de la vida de aquél paralítico si esas cuatro personas no se hubieran levantado, lo hubieran cargado, descubierto el techo para hacerlo descender y así lograr que tuviera su propio encuentro con el Señor? Sin duda alguna su vida no tendría sentido, ni propósito, pues estaría muerto (espiritualmente) en sus delitos y pecados (Efesios 2:1) De igual manera habría sucedido con nosotros si alguien no hubiese tomado la iniciativa de compartirnos del Señor, pues seguiríamos perdidos, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Hoy el Señor nos pregunta “¿cómo puedes llevar a otros a que me conozcan?” Quizás hemos respondido: no lo puedo hacer yo solo; entonces busquemos a una, dos, tres personas para que nos ayuden a levantar a esos paralíticos espirituales, pero no podemos quedarnos más tiempo quietos pues ellos también necesitan tener un encuentro con Jesús; ¿no sé cómo hablarles de Jesús o qué compartirles? No nos preocupemos, pues no somos nosotros los que hablamos sino el Espíritu Santo de Dios (Marcos 13:11b, Juan 16:8-11)
Hermanos, el tiempo sigue corriendo y cada vez está más cerca el gran día en el que el Señor vendrá por sus hijos y ¿cuántos hombres se quedaran por fuera de su reino? Es tiempo de que nos levantemos y ganemos más vidas para Cristo.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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