Las columnas inconmovibles de nuestro testimonio cristiano
2020-10-31
1. Oración inicial
«Señor Jesucristo, despierta el amor en el corazón de tu siervo de manera que al utilizar las capacidades que me has dado, lo haga lleno y controlado por tu Santo Espíritu, de lo contrario sólo seré un instrumento que hace ruido y nada más. Que mi mayor prioridad sea el amor, porque es la única manera de proclamar la salvación y llevar a muchos a vivir una vida nueva de bendición, glorificando tu nombre. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”. 1 Corintios 13:13
“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy”. 1 Corintios 13: 1-2
3. Reflexiona
Hay tres cosas que durarán para siempre la fe, la esperanza y el amor, pero el amor, es la mayor de ellas, el amor es eterno y nunca pasará. Con esta Palabra el apóstol ha insistido mucho en el amor como factor imprescindible que le da valor al ministerio espiritual, pero no quiere que nos olvidemos del sagrado «trío», que son necesarios para el desarrollo de la vida cristiana en todos los aspectos.
El amor “ágape” al que se refiere fue dado por revelación de Jesucristo mismo, es el amor que ama a un mundo rebelde hasta el punto de entregar su vida por él, como recordamos en Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Es el amor que ha de ser reflejado en la vida de cada creyente por medio del Espíritu santo, quién es el único que puede producirlo en nosotros.
Y así como dice Corintios nada somos si no amamos de esta manera, seremos simplemente instrumentos que no hacen más que ruido. Muchos procuran los dones mayores, quizás los más espectaculares como lenguas, profecía, misterios, ciencia y fe, de verdad son necesarios para la edificación de la iglesia, pero de nada sirven si se ejercen sin amor. No hay nada más desagradable que el sonido de las lenguas sin amor, son como un metal que resuena y hace ruido sin sentido.
La profecía es la que comprende y anuncia claramente el mensaje de Dios, pero si se da sin amor no alcanzará almas para Cristo. La ciencia es la capacidad espiritual de profundizar en las revelaciones de la Palabra de Dios, pero si no se hace con amor simplemente es una acumulación de conocimientos. Y el don de fe que es el que opera poderosamente haciendo cosas extraordinarias sólo movería las emociones pero no el espíritu cuando se ejerce sin amor. El amor es el filtro para hacer las cosas de manera que agraden a Dios.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
Escúchanos en Spotify
Puedes compartir este devocional en Facebook, Whatsapp, Twitter y LinkedIn