La victoria es de Dios
2019-01-21
1. Oración inicial
Señor, gracias porque te perfeccionas en mi debilidad. Mis carencias e incapacidades son una oportunidad para que aumentes mi fe. Quiero obedecer tú Palabra aunque el camino sea escabroso y depender absolutamente de tu guía. En medio de los problemas e imposibles que se me presenten, te mostrarás fiel y desplegarás tú poder. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
«Levantándose, pues, de mañana Jerobaal, el cual es Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él, acamparon junto a la fuente de Harod; y tenía el campamento de los madianitas al norte, más allá del collado de More, en el valle. Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado. Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil. Y Jehová dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí te los probaré; y del que yo te diga: Vaya éste contigo, irá contigo; mas de cualquiera que yo te diga: Este no vaya contigo, el tal no irá. Entonces llevó el pueblo a las aguas; y Jehová dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquél pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber. Y fue el número de los que lamieron llevando el agua con la mano a su boca, trescientos hombres; y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas. Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar», Jueces 7:1-7
3. Reflexiona
En este pasaje cada instrucción que Dios le da a Gedeón es para reducir el tamaño del ejército israelita. Ordenó que redujera el ejército a solo 300 hombres. Eso hizo que las probabilidades fueran de 450 a 1. Con nuestra lógica humana, esto es absurdo, pero Gedeón desafía su fe y cumple al pie de la letra lo que el Señor le pide. Dios le da una promesa de victoria con el último mensaje y actúa sin vacilación. La recompensa a su obediencia viene cuando vence en ese día a un ejército enemigo de más de ciento veinte mil hombres armados, con sólo 300 hombres civiles. No fue la fuerza israelita sino la obra divina.
Cuando nos enfrentamos a las grandes batallas de la vida, donde la derrota es casi segura, es cuando Dios espera que coloquemos nuestra confianza en Él. Esto nos enseña a depender de su fidelidad y a reconocer que la victoria es de Él. Recordemos que ante la persecución de las tropas del faraón egipcio al pueblo de Israel, Dios desplegó su maravilloso poder para salvarlo, abriendo al Mar Rojo.
Dios no necesita multitudes para llevar a cabo sus planes, con pocos, decididos y comprometidos con Él, obrará grandes cosas. Una multitud sin Dios es derrota, pero uno sólo con Dios obtiene grandes victorias. Dios quiere liberarnos de tal forma que no quede duda que es sólo por su poder y su infinito amor. 2 Corintios 12:9 “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”.
Algunas de las señales de debilidad cuando el Señor nos desafía a cumplir sus planes pueden ser la cobardía, la mediocridad, el cansancio, la falta de sinceridad y la falta de compromiso. Por colocar nuestra lógica primero que la revelación de Dios, podemos estar perdiendo batallas espirituales y muchas bendiciones. Pidamos a Dios que en medio de las dificultades aumente nuestra fe en Él.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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