La vestidura del cristiano
2017-09-05
1. Oración inicial
Amado Dios, límpiame cada día más y más de mi maldad y mi pecado, para poderme vestir como escogido de Dios, santo, lleno de bondad, de humildad, de mansedumbre, con corazón perdonador, y rebosante de amor por mis hermanos. Gracias por la paz que llega a mi ser. Amén
2. Lee la palabra de Dios
“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera en que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que así mismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos”, Colosenses.3:12-15
3. Reflexiona
Reconocemos fácilmente a un militar, a un enfermero o a un bombero por su vestimenta y sus elementos que lo conforman. Asimismo, un cristiano también tiene una vestimenta espiritual que le hace diferente y lo lleva a cumplir con los propósitos de Dios para su vida. Es una vestimenta que debemos preservar, valorar e incluso renovar.
La “vestimenta” que necesitamos para afrontar la vida es espiritual. Esa “vestimenta” nos capacita para agradar a Dios y construir relaciones saludables y además nos da auténtica paz.
Cuando hablamos de vestimenta pensamos en la talla y el precio, la “talla” la aplicamos a los límites en las relaciones y el “precio” al perdón basado en la gracia de Dios. Nos menciona también el perdón y la importancia del amor en la comunidad cristiana y el resultado de permitir que la paz de Dios intervenga en cualquier conflicto que ponga en peligro nuestra paz.
Hoy en día muchos dicen ser cristianos, pero su vida nada o poco refleja la vestimenta espiritual que menciona el apóstol Pablo en este texto. En realidad, un verdadero discípulo o seguidor de Jesús queda fácilmente reflejado en su carácter, en sus relaciones y en la forma de afrontar las dificultades de la vida.
La pregunta es: ¿Está usted vestido como escogido de Dios?
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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