La verdad os hará libres

Amado Jesucristo, sólo tú conoces las prisiones que atrapan mi alma, y sólo tú puedes darme la verdadera libertad, porque tú eres la única salida y la única entrada para mí. Hoy quiero gozar de la verdadera libertad y la encuentro en ti. Gracias Señor porque soy libre en tu nombre, y puedo gritar a toda voz: Yo soy libre. Gracias Señor, amén.

“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”, Juan 8:31-36

Jesús les habla a los judíos como si ellos estuviesen prisioneros, pero la realidad es que la prisión que ellos estaban viviendo era no conocer a Jesús, pues él es la Verdad, él es la Vida y sólo él da la verdadera libertad. La Biblia dice: “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron” (Juan 1:11)
Las tentaciones del mundo nos atrapan con facilidad y caemos en la prisión del pecado, y muchos nos hemos acostumbrado a esa cárcel, como aquel prisionero que le dan la salida y vuelve a robar o matar porque se acostumbró a esa prisión con el argumento que tiene techo y comida gratis. Cuántos piensan algo similar, que si siguen a Cristo su vida será amargada y que serán rechazados por sus amigos, y se sienten confortables en ese calabozo.
Qué dura situación pues viven en prisión, por eso Jesús dice: “todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado” y mientras no seamos lavados con la sangre de Cristo seguiremos en tenebrosa prisión.

Si hasta hoy hemos vivido prisioneros, este es el día de nuestra liberación, este es el día en que tenemos que buscar la puerta de salida y Cristo es la puerta que nos permite salir de las prisiones a una verdadera libertad.