La unción divina. Parte 3
2015-09-16
1. Oración inicial
Poderoso Dios, cuanto te agradezco porque fue tu gran amor que diste a tu Hijo en sacrificio vivo, para que hoy yo pueda participar de tu preciosa unción, solo te pido dame fuerzas para seguir tu camino, toma mi vida, úngeme, lávame, heme aquí Señor, estoy dispuesto ante ti para servirte. Amen
2. Lee la palabra de Dios
«Pero tu aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; seré ungido con aceite fresco».
3. Reflexiona
La unción es para servir, nunca para engrandecerte. Quien se engrandece por la unción le pasará como a Simón el mago, quien quiso comprar la unción para ser grande y famoso en el pueblo, por lo tanto cayó en amargura. (Hch 8:9-24)
Debes examinar tu corazón para ver por qué quieres la unción. Dios conoce las intenciones del corazón de cada uno, y dará a cada uno como Él crea. Y si ya tienes la unción, ve y has lo que Dios te mandó hacer. Si crees, las señales de las que Jesús habló, te seguirán a donde vayas.
Sin la unción nadie tendrá éxito. La iglesia de hoy necesita fervientemente la unción del Espíritu Santo.
Mediante la Unción, Dios consagra, unge y capacita a un individuo con sus cualidades y virtudes, con el propósito de que le sirva para su obra.
La Biblia dice: «Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre»
SI LA UNCIÓN ESTA SOBRE TI, TENDRÁS GRANDES RESULTADOS EN LO QUE HACES.
Prosigue la Biblia: «y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios”
Por tanto, la unción, como se describe en la Biblia, puede definirse como: “Dios, a través de la carne, realizando obras que ésta no puede hacer”. Es decir, Dios ejecutando acciones que sólo Él puede llevar a cabo, y realizándolas a través de carne y sangre o mediante vasos de barro como dice Pablo: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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