La salvación que no debemos descuidar
2017-05-18
1. Oración inicial
Amado Señor gracias por tu fidelidad, por el regalo de la salvación, no permitas que la descuide, por el contrario quiero conocerte más para ser ese mensajero fiel que trasmita tu Verdad con rectitud de corazón, llevando a otros a tomar la decisión más trascendental de la vida, recibirte como Señor y Salvador. Amén.
2. Lee la palabra de Dios
“Por eso es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que perdamos el rumbo. Porque si el mensaje anunciado por los ángeles tuvo validez, y toda transgresión y desobediencia recibió su justo castigo, ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Esta salvación fue anunciada primeramente por el Señor, y los que la oyeron nos la confirmaron. A la vez, Dios ratificó su testimonio acerca de ella con señales, prodigios, diversos milagros y dones distribuidos por el Espíritu Santo según su voluntad”. Hebreos 2:1-4
3. Reflexiona
Para iniciar la reflexión tomemos un ejemplo del deporte del montañismo: “Tarde o temprano el montañista se enfrenta con la temida pared de granito sólido que no ofrece ni bordes, ni fisuras de las cuales aferrarse. Debe tomar una decisión: abandonar el escalamiento o arriesgarse a efectuar el movimiento del péndulo. En un punto lo más alto posible debe clavar un lazo con un clavo de metal y deslizar la soga por el lazo, desciende algunos metros, se deja colgar del extremo de la soga y trata de desplazarse lateralmente, hamacándose hasta llegar al fin de la parte sólida. Debe echarse hacia afuera aferrado a la soga y pendiendo sobre el espacio abierto y saltar a través de la pared de granito. Tira toda la soga por el lazo y no puede retroceder. El lazo queda ahora fuera de su alcance y la soga arrollada a los pies. Solo le queda un rumbo a seguir, hacia arriba”
Lo mismo pasa con nosotros podemos pasarnos toda la vida evitando tomar decisiones difíciles, pero a veces no hay más opciones y hay que hacerlo. Hay muchos que siguen balanceándose en el filo del cristianismo. Pero llega el momento en que todos tenemos que tomar una decisión frente a nuestro futuro y esta tiene que ver con nuestro compromiso definitivo con Cristo. Esta epístola fue escrita con la intención de empujar a las personas a tomar una decisión trascendental con Cristo. Insta a dar un salto hacia una nueva experiencia con Dios.
Como creyentes, debemos atender el mensaje del evangelio para no perdernos. Cuando nos deslizamos o nos desviamos de él, trae consecuencias desastrosas para la vida. El evangelio de la salvación fue declarado por el Señor Jesucristo y confirmado por todos los que lo oyeron y lo trasmitieron fielmente. Dios acompañó su testimonio con señales y prodigios y con dones repartidos por el Espíritu Santo según su voluntad. Debemos ser cuidadosos y estar atentos al mensaje para evitar que una doctrina adversa nos aleje de nuestra convicción cristiana.
Para los no creyentes, la indiferencia a la salvación traída por Cristo, puede traer condenación. La grandeza de la salvación se confirma porque fue anunciada por el Señor, confirmada por los apóstoles y testificada por el ministerio del Espíritu Santo.
Barclay dice: “Por tanto, debemos tener cuidado de anclar nuestras vidas a lo que se nos ha enseñado, no sea que el barco de la vida se nos pase el puerto a la deriva, y acabemos en un naufragio.” El peligro está en dejarnos llevar por el pecado y terminar dándole la espalda a Dios. Es cerrar deliberadamente nuestros oídos a sus mandamientos y advertencias.
El Señor está buscando personas fieles, que puedan trasmitir a otras personas la Verdad cristiana, porque le conocen personalmente. La prueba del cristianismo es que transforma vidas. Hermanos, no descuidemos una salvación tan grande.
4. Alaba a Dios
5. Comparte
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