La sabiduría proviene de Dios

«Amado Dios, he comprendido que nadie es sabio con sabiduría humana, por eso quiero mostrar mi proceder en sabia mansedumbre, sin celos, ni contiendas, pues estimo la sabiduría que solo viene de lo alto, esa sabiduría pura, pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos. Gracias Señor. Amén. «

“Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación”. 1 Corintios 1:19-21

Alrededor del año 55 después de Cristo, la iglesia, de Corinto, vivía momentos de gran confusión, eran los comienzos de la era cristiana y los creyentes no habían alcanzado aún la madurez espiritual, pues algunos elogiaban la profundidad espiritual de Pablo, otros, la expresividad y evangelismo de Pedro, ciertos admiraban la elocuencia de Apolo y varios se consideraban muy espirituales y decían \»yo soy de Cristo\», pero no le daban el primer lugar a Cristo.
El apóstol Pablo los centra en el tema, y enseñándoles que Jesucristo es poder y sabiduría de Dios, mostró claramente que su plan no estaba basado en la sabiduría humana, sino en la cruz de Cristo. Pablo lidiaba con los judíos y los griegos; los primeros representaban la religión, que simplemente seguían la tradición y los griegos representaban la filosofía, recorrían el universo entero en búsqueda de la verdad, ajustándose a las normas de la razón.
Hoy al igual que hace dos mil años las preguntas son: “¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?”, tienen una rigurosa actualidad, cuando el ser humano busca argumentos para explicar y enfrentarse a los días actuales. Y no en vano Pablo hace esas preguntas, pues el hombre se ha sobrevalorado en cuanto a sus propias realizaciones. El hombre creía tener todas las respuestas, pero la sabiduría de este mundo ha sido convertida por Dios en una realidad carente de sentido. Dice la biblia: “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría” (Proverbios 9:10a) Job también reitera que la sabiduría está atada al temor de Dios, él dijo: “He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, Y el apartarse del mal, la inteligencia”. (Job 28:28)
Santiago 3:13-17 nos da una conclusión apropiada: “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía”.